Los vecinos de Valverde de Leganés conocen a Celestino Corbacho, el nuevo ministro de Trabajo e Inmigración. Nació entre ellos aunque se marchó a los 13 años a Barcelona. Pero cada vez que ha podido, ha vuelto a visitar a su familia. Así lo contaba ayer el alcalde del pueblo, Baldomero Gimeno, quien le invitó a dar el primer pregón de las fiestas en el 2000. El entonces alcalde de L´Hospitalet se convirtió en el primer pregonero de Valverde.

En Valverde vive un hermano, Benardo, y una sobrina, María José, entre otros familiares. Esta es hija de Francisco Corbacho, otro hermano de Celestino, que vive en Gévora ya jubilado después de una vida dedicada a trabajar en el campo. Todos estaban ayer "contentos y orgullosos" de tener un ministro en la familia. "Es una persona muy luchadora y trabajadora y se lo merece", manifestó María José.

Francisco contó que son seis hermanos --cuatro viven en Barcelona--, que sus padres ya fallecieron y que Celestino es el pequeño. "Se fue con los dos mayores, Benardo y Carmelo; ellos a trabajar y él a estudiar". Francisco se quedó solo en Extremadura y continuó trabajando en el campo. Los que emigraron, los otros cinco, lo hicieron en fábricas y empresas y después se llevaron a los padres, que murieron en Barcelona. Benardo se jubiló y volvió a Valverde.

Recuerda Francisco que Celestino "era un niño bueno", pero no cosas concretas sobre sus gustos y costumbres "porque él era pequeño y nosotros estábamos trabajando". La familia vivió en la finca El Campillo, entre Valverde y La Albuera, aunque los padres procedían de Valle de Matamoros. "Mis padres tenían unas tierras, porque eran colonos, y allí vivíamos y allí nos criamos todos", explicó.

Tanto Francisco como María José dicen en que Celestino es "el único de la familia que se dedica a la política" y que ningún otro tiene esas inquietudes. Cuando se encuentran, hablan "de todo, de la familia, de cómo estamos, de cosas de la vida... pero no de política". El hermano sí resalta que "su vocación la adquirió en Barcelona, porque aquí era muy pequeño. Allí trabajó durante el día en una imprenta y estudió de noche".

En Valverde, como también en Gévora, los vecinos saben que un Corbacho es ministro y felicitan a los familiares. Francisco y su esposa, Luisa, como su hija María José, ya sabían que Celestino "era ministrable", y ayer siguieron la noticia por televisión. "Esperemos que le vaya bien, nosotros estamos muy contentos porque va progresando. Lo hemos visto en el telediario y algunos vecinos me lo han dicho", contó Francisco.

María José, que trabaja en el Ayuntamiento de Valverde, donde es la responsable de la cocina para el hogar de mayores, la guardería y el comedor escolar, lo presentó como "alguien muy cercano que no ha perdido el contacto con la familia ni con el pueblo y cada vez que puede viene a vernos, o vamos nosotros a verlos".

La última vez que estuvo en el pueblo "fue en octubre pasado, con su mujer". También recuerda que "fue el primer pregonero del pueblo, porque se lo pidió el alcalde, y la gente lo conoce y lo aprecia".

Baldomero Gimeno se mostraba realmente satisfecho, un sentimiento que compartía con su pueblo, "porque se nota el orgullo de la gente por tener un ministro del pueblo y porque es una persona muy cercana que nos visita, a su familia y a los vecinos. Y cuando viene, también a mí y a la corporación. Ya tenía buena relación con el anterior alcalde y se preocupa por las mejoras de Valverde, de sus necesidades y posibilidades".

El alcalde resume el sentimiento generalizado así: "Para nosotros es un orgullo. Nunca perdió sus raíces y siempre que venía a Extremadura, o a Badajoz, venía al pueblo".