La trilogía mujer-soltera-madre es un modelo que habitualmente conduce a la pobreza y la exclusión social, si bien no tiene por qué ser así en casos excepcionales que proceden de una posición acomodada en la estratificación social.

En el mundo, el 80% de las mujeres menores de 40 años es madre en la actualidad, y en todas las culturas se dan fórmulas para hacer posible esa misma reproducción de la vida. En nuestras sociedades complejas del tercer milenio la ´solución´ mayoritaria pasa por la pareja --en sus múltiples formas institucionales--, asemejadas a la figura materna y paterna como artificio más ´inteligente de hacer sobrevivir al infante en las mejores condiciones. Si falta apoyo por parte del Estado para asumir el coste económico de tener un hijo, el hacerlo en solitario --sea la madre o el padre-- refuerza esa tendencia en dificultad. No debemos olvidar que España y los países de Europa envejecen a un ritmo sin parangón en la historia.

Corresponde asumir entre todos, por tanto, el coste de la procreación y de la crianza de la nueva prole, de lo contrario, perderemos todos. Necesitamos dotarnos de fórmulas que puedan favorecer el aumento de la natalidad, bien apoyando a las parejas, o a las madres o padres solteros que así lo decidan. Nuestro futuro depende de ello.

*Sociólogo y antropólogo de la Uex