Moisés y Rebeca siguen desde la lejanía con tristeza la expulsión de los romanís rumanos en Francia. Este matrimonio, ambos de etnia gitana, que reside en Coria con su único hijo de 3 años, considera totalmente injusta la actitud de Sarkozy. "En lugar de darles la espalda, deberían de acercarlos más a la población", propone Moisés como alternativa.

El se dedica a la chatarrería y cobra la prestación de los 420 euros puesto que está en el paro. Por su parte, su esposa Rebeca, que sigue la polémica por la tele e internet, recalca que "todos los europeos somos iguales y merecemos una oportunidad". Ella, que trabaja en el Ayuntamiento de Coria como peón de jardinería, cree que esta situación está lejos de vivirse en España, pero el temor está ahí por lo que pueda pasar en otros países que tomen como ejemplo a seguir a Francia, "esperemos que no sea así". "Es una actuación muy peligrosa", reflexiona Moisés, de 24 años.

Mientras están al tanto, muestran su solidaridad y comprensión con los gitanos rumanos expulsados. "Seguramente muchos de ellos se ven en la obligación de robar y pedir en la calle porque se encuentran en una situación máxima de necesidad", dicen. Desde el salón de su casa en Coria, como cristianos evangélicos, recurren a la fe en Dios y a la esperanza para superar esta "tremenda situación". Nieves Agut