Senador de ida y vuelta. José Antonio Monago, presidente del Partido Popular de Badajoz, primer teniente de alcalde de la capital pacense y parlamentario regional, renunció a su puesto de senador por designación de la Asamblea apenas 24 horas después de haber sido elegido.

¿Cuáles son las razones de esta decisión, que ayer agitó profundamente las aguas de un PP ya convulso después de su derrota electoral el 9-M y la elección de Carlos Floriano como diputado al Congreso?

Según el protagonista, José Antonio Monago, las razones son estrictamente personales. En una rueda de prensa que ofreció en el Ayuntamiento de Badajoz para dar a conocer su decisión, Monago no se desvió un punto de situar en el ámbito particular su abandono del cargo ´no nato´. Argumentó que la plena dedicación a sus responsabilidades municipales (tiene las delegaciones de Policía Local, Tráfico, Infraestructuras, Modernización, Transportes y, además, es portavoz) e, incluso, el hecho de que tenga dos hijos pequeños a los cuales vería menos si tenía responsabilidades en Madrid, le habían hecho reflexionar e inclinar la balanza hacia la renuncia.

Apenas tres días antes, Monago no había esgrimido ninguna de esas argumentaciones. Incluso razonó en contra de los que se preguntaban si podría con todo. "Quien puede lo más, puede lo menos", manifestó para rematar el argumento de que conoce muchos casos de alcaldes que son senadores. Terminó apuntando que Badajoz se desarrollará "esté o no esté yo".

REUNION CON CELDRAN Sin embargo, hay datos que apuntan a que las razones personales no han sido las únicas --puede que ni siquiera las primeras ni las más importantes-- que han hecho que Monago renuncie al Senado. En este sentido, EL PERIODICO ha podido saber que incluso en la mañana de ayer Monago hizo alguna gestión y habló con gente de su partido en relación a su papel en la Cámara Baja, sin que nada apuntase a su posterior decisión.

Es un dato más que avala el convencimiento, extendido ayer en el PP, de que su renuncia se gestó durante la reunión que de 9 a 10 de la mañana, --inmediatamente antes de la Comisión de Gobierno-- mantuvo con el alcalde y que han sido las razones que le ha expuesto Miguel Celdrán las que le han llevado a abandonar su cargo sin estrenar.

Como ninguno de los interlocutores de esa reunión ha ofrecido en público indicio distinto de la versión oficial --Celdrán insistió también en las razones personales--, en fuentes del PP no badajocenses se barajan tres hipótesis sobre lo ocurrido en la misma: una, considerada ´dura´, habla de que Celdrán le hizo ver sin contemplaciones a Monago que como su candidata para el Senado era la exconcejal Cristina Herrera, debía renunciar si quería tener un futuro político dentro del grupo municipal. La segunda, menos cruda, es que el alcalde convenció a su ´mano derecha´ que debía permanecer en Badajoz para atender sus obligaciones.

La tercera hipótesis es una variante de la primera, pero aún más acerada: Celdrán presionó a Monago tanto que incluso le amenazó con despojarlo de delegaciones municipales y liberación si no daba un paso atrás.

FLORIANO, FUERA DE JUEGO En cualquier caso, la decisión de renunciar a su puesto de senador la tomó Monago junto al alcalde. Hay dos hechos que lo avalan: inmediatamente después de su reunión se celebró la Comisión Municipal de Gobierno, que tiene lugar todos los viernes y en la que participan los 9 tenientes de alcalde de la ciudad más el alcalde. Nada se les dijo, mucho menos al resto de concejales populares, alguno de los cuales fue informado por los periodistas.

Pero hay otro hecho aún más significativo que pone el foco más intensamente sobre Monago y Celdrán: el presidente regional, Carlos Floriano, estuvo tan fuera de juego que se enteró incluso después que los periodistas. De hecho, Monago se lo comunicó después de salir, tras la rueda de prensa, del edificio del ayuntamiento, camino de las instalaciones de Ifeba, a donde el concejal --y el alcalde-- se desplazó para inaugurar la feria de Venta Directa y en la que ambos hicieron declaraciones para tratar de dar signos de normalidad.

Las fuentes consultadas coinciden en que la renuncia se mantuvo en secreto para tratar de evitar que desde la dirección del partido se pudiera hacer presión para convencer a Monago de que diera marcha atrás. "Aquí era importante presentar hechos consumados. De lo contrario, tal vez corría el peligro Monago de que se tambalearan las razones personales que había aducido", han manifestado.

Dirigentes cercanos a Floriano mostraban su malestar porque, además de que pone de manifiesto sin ambages el cisma que vive el partido, este episodio ha puesto muy en entredicho la figura del todavía presidente regional, "que ha sido ninguneado por el que hasta ahora se consideraba uno de los hombres próximos y un posible sucesor".

Quién será finalmente el senador --o la senadora-- que elija el PP será un indicio de con qué perdedores y con qué ganadores, se ha resuelto por ahora el último episodio de la crisis del PP.