Las comisarías de los Mossos d’Esquadra recibieron ayer un comunicado con instrucciones para quitar de los despachos las fotos y retratos del expresident Carles Puigdemont, y de cualquier otro miembro del Govern, cesado por Mariano Rajoy en aplicación del artículo 155 de la Constitución. Esta decisión llegó un día después de que se comunicara también oficialmente a los agentes que integran el servicio de escoltas que ya no tenían que dar protección a los consellers apartados. Puigdemont, en calidad de expresidente, lo mantiene. Los Mossos d’Esquadra retiraron ya el sábado el servicio de escoltas a los altos cargos relevados.

La noche del pasado viernes, tras la aprobación de los acuerdos para desplegar el artículo 155, algunos agentes ya se despidieron de los responsables políticos a los que habían estado brindando protección. Sí seguirá acompañado de escoltas Puigdemont y algunos dirigentes sobre cuya figura pesa alguna amenaza que requiere tomar medidas de seguridad concretas. Esta manera de proceder es la habitual cuando hay cambios en el Govern: los consellers dejan de tener escoltas, pero el president los mantiene. Así pasa con Artur Mas o José Montilla, por ejemplo. Todavía es una incógnita lo que sucederá hoy en las distintas conselleries, primer día de trabajo después de que Rajoy cesará en bloque al Gobierno de Puigdemont. Se desconoce si los consellers irán o no a su despacho y, en caso de que lo hicieran, si los mossos se lo impedirán. Se desconocen también, por el momento, las órdenes concretas sobre este aspecto que han sido trasladas al cuerpo catalán por parte de los nuevos mandos.

«COLABORACIÓN LEAL» / Lo que trascendió es el contenido de la carta que el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, envió ayer a los agentes de las tres fuerzas de seguridad que operan en Cataluña: Mossos d’Esquadra, Policía Nacional y Guardia Civil. Por escrito, y «ahora que la sociedad catalana ya ha recuperado los valores de la Constitución y del Estatut», les dice que sabe que cada uno de ellos «pondrá lo mejor de sí mismo» para contribuir a la celebración de las elecciones del 21 de diciembre. A cambio, les promete que «se dejará la piel» para lograr una «colaboración leal» entre los cuerpos y «desde el respeto a las respectivas competencias».

«Estamos en un tiempo nuevo», prosigue, en el que los Mossos «volverán a ser la policía de todos los catalanes». «Sois una policía integral que merece plena confianza de jueces y fiscales» para que podáis continuar trabajando contra todas «las modalidades de criminalidad». El nuevo jefe de los Mossos, el comisario Ferran López, reúne para Zoido, las cualidades de «profesionalidad» y «disposición a cumplir órdenes» y, además, cuenta con una trayectoria «que goza del reconocimiento dentro y fuera del cuerpo».

El ministro anunció que hablará «directamente con él» sobre el nuevo reto de «recuperar en su integridad la Constitución y el Estatut». El trabajo para los distintos cuerpos policiales en esta nueva etapa «también será difícil». Y el único objetivo es «garantizar la normalidad democrática ante las elecciones del próximo 21 de diciembre». La obligación de todos los cuerpos, Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil, es la de «acatar órdenes y garantizar derechos y libertades».