Poner en marcha una nueva empresa se presenta a menudo para los jóvenes como una tarea imposible. Pero muchos de ellos dan el salto cada año y se lanzan a la aventura sin saber lo que les depara el destino en un mundo tan complicado. EL PERIODICO DE EXTREMADURA ha entrevistado a dos de estos aventureros .

Diego García ya sabe lo que es el éxito con apenas 26 años. Tenía una tienda de informática en Badajoz que se incluía en una franquicia nacional, pero hace nueve meses decidió que quería algo más. Así que se independizó de su matriz y creó Infocoste.com , una franquicia que hoy cuenta ya con 25 tiendas franquiciadas en toda España --tres de ellas en Extremadura-- y otras 35 en lista de espera para adherirse a la cadena.

A la hora de analizar las causas de su éxito, Diego García explica que había trabajado en tres grandes cadenas de informática y ha sabido "aprovechar la experiencia de cada una". Para él los trámites administrativos no fueron un problema, porque los dejó en manos de un asesor "que es necesario". A su juicio, "el problema viene a la hora de hacer mercado, es lo difícil, y eso te lo da el funcionamiento".

Lento pero seguro

Por si acaso, desde el principio los responsables de esta franquicia de corazón extremeño tuvieron claro desde el primer momento que no querían embargarse "ni abarcar demasiado", de forma que cada paso que dan lo ejecutan utilizando sus propios recursos. "Es un proceso más lento pero más seguro", asevera este joven emprendedor.

Así, insiste en que "por muy claro que tengas un negocio siempre te queda esa duda, si va a funcionar o no". Por eso, opina que "muchas veces los negocios fracasan por el miedo y por la ansiedad", y para evitarlo recomienda a los que quieran convertirse en empresarios que tengan "mucha confianza y las cosas muy claras, si alguien tiene una meta la consigue".

Sobre el sector en el que se ha metido , reconoce que la informática "es un sector muy atractivo para la gente joven, que se ve muy bonito desde fuera", pero avisa: "es muy duro y es raro el mes que no hay 7 u 8 nuevas tiendas en Badajoz".

Muy diferente es el caso de Jonathan Pedrosa, un joven de 25 años que el año pasado inauguraba en Olivenza el restaurante Kecomo . Pedrosa recuerda que llevaba unos años trabajando en el sector de la restauración hasta que decidió instalarse por su cuenta.

El primer paso, decidir qué hacer y dónde llevarlo a cabo. La segunda respuesta la respondió en seguida porque sabía "que Olivenza era un lugar con bastante nivel turístico". En cuanto al qué, apostó por un restaurante "de decoración minimalista", un definición, aclara, "que no tiene nada que ver con la comida".

Carta muy diversa

En sus fogones se preparan los platos de la cocina tradicional extremeña, pero también incorpora cocina de autor. Es decir, tradición y modernidad en un mismo restaurante.

Pero no todo fue tan bonito al principio, cuando, dice, "todo fue muy complicado, tenía 25 años y estaba ahí solo, porque no hay tantas ayudas como dicen". Aún así, afirma que recibió apoyo de las instituciones públicas, concretamente de la Junta y de Aderco (Asociación para el Desarrollo Rural de la Comarca de Olivenza).

"Los primeros meses son complicados, tienes el miedo de cómo te va a ir, de que a lo mejor no te salen las cuentas...", recuerda. En su caso lo más complicado fue atraer a los clientes porque el restaurante está algo escondido .

Sobre la actitud que deben tener los que decidan dar el paso de entrar en el mundo empresarial, aconseja "que el que lo haga mucha tranquilidad, porque en dos días no se va a hacer todo, y que se prepare para aguantar mucho".