La deflagración de una bombona de gas butano provocó en la madrugada de ayer un incendio en una vivienda en Mérida, que acabó con la vida de Enriqueta Laso Silva, de 58 años de edad, por abrasamiento, y causó heridas graves a un menor de 8 años, nieto de la víctima, además de a otras seis personas por quemaduras e inhalación de gases. El pequeño sufre un traumatismo craneoencefálico del que está siendo tratado en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz, tras golpearse la cabeza contra el suelo, después de que la fallecida lo lanzara por la ventana, para evitar que se quemara, desde una altura de cinco metros a los brazos de un vecino, que lo cogió pero no evitó el golpe.

José, el joven que acudió a la llamada de alerta de la abuela relataba los hechos a EL PERIODICO EXTREMADURA: "Me lo tiró y lo cogí, pero el niño se dió un golpe en la cabeza porque lo agarré por las piernas. Además, no lo pude agarrar bien porque pesa y con el humo que salía de la ventana no se veía bien".

Además, otra mujer, M. L. A. S., de 46 años, y un vecino, D. J. V. H, de 46 años, sufrieron sendas crisis de ansiedad; un agente del Cuerpo Nacional de Policía, J. M. G. M., de 44 años, resultó intoxicado levemente por inhalación de humo y dos menores --uno de 4 años y otro de 6--, también resultaron afectados por inhalar gas, si bien sólo uno de ellos fue evacuado al hospital, al igual que un joven de 24 años, con quemaduras en la cara.

ORIGEN Y DISPOSITIVO

El suceso ocurrió pocos minutos después de las doce y media de la noche en el primer piso del bloque 2, manzana 4, de la calle Juan Canet, en la barriada de San Lázaro de la capital extremeña, y afectó además a otra vivienda situada encima y, en menor medida, a un tercer piso. Además, fue necesario el desalojo de las ocho viviendas colindantes como medida de seguridad.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron dos dotaciones del parque de bomberos de Mérida y una del de Almendralejo, además de tres ambulancias asistenciales de la Cruz Roja de Mérida, Almendralejo y Montijo, una del 112 y otra ambulancia convencional, varias patrullas de la Policía Local, una de la Policía Nacional y cuatro de la Guardia Civil.

Fuentes de la Cruz Roja explicaron ayer que tras recibir un aviso del centro de Urgencias y Emergencias 112, el Centro Provincial de Coordinación de Cruz Roja (CPC) activó de forma inmediata una Ambulancia Asistencial de la Base Local de Mérida, que tan sólo dos minutos después del aviso, se destacó en la zona junto con Policía Nacional, bomberos de Mérida y Almendralejo.

Sin embargo, los vecinos del inmueble denunciaron ayer "que los bomberos tardaron más de una hora en llegar después de haberlos avisado más de 20 veces".

Además, aseguraron que llegaron con pocos medios para trabajar, incluso "nos hemos tenido que subir nosotros encima de un camión de los que traían para apagar el fuego, porque las mangueras eran muy finas y el agua salía con poca fuerza".TRABAJOS DE LIMPIEZAPor otro lado, desde primera hora de la mañana acudieron a la zona representantes de la empresa constructora, miembros de la compañía del gas, y policías, para comenzar las labores de limpieza e investigación de lo sucedido. El aspecto seguía ayer siendo dantesco, con el bloque completamente arrasado por las llamas y el resto de pisos afectados.La indignación seguía patente entre los ciudadanos, que pedían responsabilidades a las autoridades autonómicas y locales por las condiciones en las que viven y por las deficiencias que tienen en la barriada, que pudo hacer, según ellos, que las consecuencias fueran todavía más graves.El bloque afectado por el incendio está formado por un bajo, tres primeros pisos, y otros tantos segundos y terceros, y se encuentra en una de las zonas más pobres de la capital extremeña, con muchas viviendas sociales y donde se produjo un realojo masivo de personas llegadas de la barriada de La Paz, otro lugar marginal.