Al margen de las presas propiedad del Estado o de la Junta, el inventario del Ministerio de Medio Ambiente tiene recogidas en Extremadura otros 30 embalses cuyos titulares son los ayuntamientos y otros 61 que están en manos privadas.

La situación en estos pantanos, en general de muy pequeño tamaño, es bastante confusa. Según Medio Ambiente, 44 presas de titularidad privada no es que no cuenten con planes de emergencia, sino que ni siquiera están aún clasificadas en función del riesgo. Otras 20 entrarían en la categoría C, es decir, no necesitarían planes de seguridad, mientras que hay 13 en las que sí es obligatorio tenerlos, de las que sólo consta que se hayan realizado en dos, ambas propiedad de Iberdrola.

En cuanto a las presas municipales, 25 no están clasificadas, dos no necesitan planes de emergencia y otras tres sí. Sólo una cuenta con plan, la de Valdefuentes, mientras que el de Guadiloba está en redacción.

La Directriz Básica de Protección Civil prevé tres fases en los planes de emergencia. En la primera, denominada ´Escenario 0´, la actuación se limitaría a una vigilancia intensa de la presa en base a las previsiones de evolución del riesgo. Mientras, en el ´Escenario 1´, se considera que la aplicación de las medidas de emergencia --entre ellas los desembalses-- podrían solventar la situación. En caso contrario existiría peligro de rotura d ela presa. En cuanto al ´Escenario 2´, significa que hay un gran peligro de rotura de la presa y no se puede asegurar que aplicando las medidas disponibles pueda solventarse. Finalmente, el ´Escenario 3´ indica que la rotura de la presa es inevitable y que va a producirse una avenida.