Los municipios extremeños más afectados por las inundaciones del fin de semana comenzaron ayer a recuperar la normalidad. Así lo manifestaron a EL PERIODICO los alcaldes de algunas de las localidades más perjudicadas por las lluvias, que se encontraban, en la mayoría de los casos, coordinando las primeras labores de limpieza y efectuando un balance inicial de los daños.

Este fue el caso de Tomás Durán, alcalde de Madrigalejo, donde el pasado sábado dos trombas de agua provocaron inundaciones en unas 40 viviendas. Su intención era iniciar las tareas de limpieza el domingo, pero la persistencia --si bien con menor intensidad-- de las lluvias, las retrasó hasta ayer. Una veintena de trabajadores dedicaron la jornada a devolver al pueblo su aspecto habitual tras "una tormenta como no se recuerda", comenta Durán.

También el teniente alcalde de La Nava de Santiago, José del Pozo, destacó ayer la vuelta a la normalidad experimentada por el municipio pacense después de que el desbordamiento de un arroyo inundara la noche del sábado una treintena de casas, provocando incluso el desalojo de tres familias. Aparte de empezar a reparar los daños ocasionados por el agua, el edil naveño señala que el ayuntamiento ya tiene un proyecto adjudicado para evitar futuras inundaciones.

Igualmente, en San Vicente de Alcántara, localidad próxima a la zona donde ayer tuvo lugar el descarrilamiento del Lusitania Madrid-Lisboa, el teniente alcalde, Andrés Hernaiz, dedicó la mañana a inspeccionar los problemas ocasionados por las lluvias, sobre todo en viviendas particulares. "Los daños no son graves en general, excepto para los afectados, claro, que han pasado una noche terrible", indica.

La historia se repite en diversos municipios de ambas provincias, como Piedras Blancas, Herreruela o Salorrino. El alcalde de este último, Juan María Carrasco, estima que los daños provocados por la lluvia han provocado incluso pérdidas millonarias, informa Nieves Agut.