Veinte de cada cien kilómetros de las carreteras extremeñas de titularidad estatal pueden calificarse como vías de alto riesgo , según el Informe Carreteras Españolas 2003 elaborado por el Real Automóvil Club de España (RACE). El estudio, que abarca prácticamente la totalidad de los 1.357 kilómetros de carreteras dependientes del Estado en la región, deja claro que el año pasado la vía más peligrosa de la comunidad fue la N-435 --que une La Albuera con Higuera la Real--, y la más transitada la N-630 a su paso por Cáceres.

El informe de la RACE señala que la zona más saturada de toda Extremadura es la salida norte de la N-630 en Cáceres, por el polígono industrial de Las Capellanías, por donde circulan cada día cerca de 26.000 vehículos. A mucha distancia, en segundo lugar, esta la Nacional V a su paso por Mérida, una zona que con la apertura de los primeros tramos de la Autovía de la Plata se ha convertido en uno de los puntos neurálgicos de las red viaria extremeña y por la que discurren casi 14.000 vehículos diarios. En tercera posición, y también superando una intensidad de 13.600 vehículos al día, está de nuevo la zona del Polígono de las Capellanías, en Cáceres, hasta alcanzar el cruce con la EX-302.

Este análisis además reconoce que la situación de la red viaria estatal ha mejorado sensiblemente en lo que se refiere a las estadísticas de siniestralidad en los últimos años. La RACE localiza en la comunidad sólo siete de los conocidos como puntos negros , es decir, aquellos con una elevada concentración de accidentes. Esto supone una mejora con respecto al último informe, referido al trienio 1999-2001 y que hablaba hasta 16 zonas con alto riesgo de accidentes .

De hecho, tanto ese estudio como el elaborado conjuntamente por el Instituto Mapfre de Seguridad Vial y la Asociación Española de la Carretera aseguraban que Extremadura tenía una red de carreteras nacionales que estaba entre las más inseguras del país.

PELIGROSIDAD El primer punto destacable, que la N-630 salió el año pasado de la clasificación de las carreteras más peligrosas, puesto que no tiene ni un sólo punto negro . Y es que las zonas de mayor riesgo se concentran en las vías N-435, N-432 y N-430.

El exhaustivo estudio del club automovilístico deja claro que la vía de mayor riesgo en la comunidad es la N-435, donde casi el 80% del trazado se considera de alto riesgo para los conductores. La N-430, que une Mérida y Ciudad Real, es otra de las carreteras más peligrosas, con un 40%.

Por lo que se refiere a la N-630, ya se está dejando notar su paulatina conversión en autovía. De hecho, si entre 1999 y el 2001 tenía hasta cuatro puntos negros , el último informe apunta que no queda ni uno, y todos han quedado como zonas de siniestralidad alta.

La Nacional V se mantiene también a un gran nivel, sin ningún tramo de alto riesgo. Por último, la carretera estatal más segura de las que cruzan Extremadura es la N-502, donde el 100% del trazado es de baja siniestralidad.

En total, el 9,2% de la red extremeña --121,7 kilómetros-- es de muy alto riesgo, mientras que el 9,9% --otros 131,5 kilómetros-- son de alto riesgo. El 36,4% son tramos de siniestralidad normal y el 43,9% de baja siniestralidad. Por último, hay dos tramos, con una longitud total de 5 kilómetros, donde se detecta un nulo nivel de siniestralidad.

Si se analizan los datos por tramos, también hay aspectos positivos, ya que de los 53 tramos estudiados, 18 tienen un riesgo de accidente bajo o nulo.

A la hora de analizar los tramos más peligrosos, la zona de la N-435 que une Almendral con Barcarrota repite como la más peligrosa de la red viaria extremeña, aunque mejora en términos relativos. Entre los cincuenta más peligrosos del país se incluyen otros dos tramos extremeños, concretamente los que discurren entre Valle de Matamoros y Jerez de los Caballeros (también de la N-435) y entre Azuaga y la localidad de Granja de Torrehermosa (N-432).