A las 11.32 horas de ayer circulaban 300 vehículos por hora en la N-V a la altura de Navalmoral, dirección Badajoz, con una velocidad media de 97 kilómetros por hora. El 60% eran camiones y el 40% turismos. La calzada estaba despejada, con una visibilidad de 2.000 metros, viento suave de sureste y 20 grados. Sin incidencias ni previsiones de cambios meteorológicos.

Desde ahora todos estos datos se conocerán al minuto en la N-V, Autovía de Extremadura, y serán comunicados a los conductores mediante grandes paneles electrónicos cuando la DGT lo estime necesario (hielo, accidentes, atascos, tiempos de recorrido...). Se trata de un sistema avanzado de gestión del tráfico, que canalizará toda la información meteorológica y de la calzada por fibra óptica. En España existen 4.000 kilómetros con este dispositivo, entre ellos el tramo Madrid-Talavera y, desde ayer, Talavera-Miravete (100 kilómetros). En febrero estará listo el trazado Miravete-Portugal (200 kilómetros). La N-V será pionera en gestión integral.

ULTIMAS TECNOLOGIAS

La inauguración del tramo Talavera-Miravete (4,4 millones de euros) tuvo lugar ayer en el centro de control de los túneles por parte del subdirector de Circulación del Ministerio del Interior, Jesús Díez de Ulzurrun, acompañado por el subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Diego, y el jefe provincial de Tráfico, Antonio Carrasco. "El sistema tiene un objetivo claro: consideramos que un conductor bien informado es un conductor mucho más seguro", afirmó el subdirector.

En primer lugar, el tramo incluye dos estaciones meteorológicas con sensores que captan instantáneamente la temperatura, humedad, presión, viento y otras variables, incluso pueden predecir la formación de hielo y medir las precipitaciones en cantidad y cualidad: hielo, agua, granizo y nieve (calcula el espesor).

Otras diez estaciones de toma de datos de tráfico, distribuidas por todo el tramo, registran la velocidad, intensidad o composición de la circulación. A su vez, la vía incorpora un circuito de televisión compuesto por 12 cámaras con zoom que pueden girar 360 grados y moverse verticalmente.

Todos los datos se transportan cada minuto hasta el Centro de Control de Tráfico de Madrid, a través de un cable de fibra óptica que discurre por la autovía. Una vez procesada, la DGT refleja la información de interés en los 12 paneles del tramo: accidentes, tráfico intenso, velocidad recomendada... También es posible manejar el sistema desde una caseta de madera instalada junto a los túneles. Además, la información puede obtenerse antes de un viaje a través de la web y el teléfono de la DGT, o del teletexto.

El tramo Miravete-Portugal tendrá un coste de 8,7 millones de euros. El Ministerio del Interior pretende aplicar este sistema en el 2010 a los 13.000 kilómetros de vías de gran capacidad.

FUTURO CONTROL EN MERIDA

El subdirector también anunció la posibilidad de instalar en Mérida un control de gestión del tráfico, dependiente de Madrid, dada su cercanía a la N-V, N-630 y futuras autovías de Castilla la Mancha y Plasencia-Navalmoral. "Hay siete grandes centros, entre ellos el de Madrid, que ya maneja 400 cámaras, 300 paneles y 2.000 kilómetros de red. Queremos distribuir el control", subrayó.