El batiscafo Nautile fabricará tapas a medida porque el sistema empleado hasta ahora para obturar las fugas del Prestige muestra algunos problemas. Aunque el Nautile ha utilizado con notable éxito sacos de granalla, una especie de tapón metálico que se sujeta colocándole un peso encima, resulta que el cierre resultante no es del todo hermético. Como informó ayer el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, por una de las tres grietas taponadas aún sale una "delgada fuga". Como no se dispone de experiencia, gran parte de la tecnología se mejora con la práctica.

Rajoy también indicó que el Nautile había avistado en su última inmersión "alguna fuga no detectada inicialmente". Pese a todo, añadió, el submarino ha conseguido "obturar" dos fugas en proa y una en popa.

El objetivo es que el Nautile siga obturando las grietas y que a mediados de enero el Prestige deje de verter, aunque la comisión del CSIC insiste en que el taponamiento sólo puede ser una "solución provisional". A la larga, se deberán adoptar medidas definitivas aún por determinar. Rajoy indicó que, a diferencia de lo que sucedió con el Erika, es muy difícil extraer el fuel por la gran profundidad a la que se encuentra el Prestige.