El presidente de la Junta arrancó en su discurso planteando que Extremadura quiso ser comunidad autónoma no para reivindicar el pasado, sino "para sobrevivir, para detener la inercia de una región que sólo sabía decrecer en todo". Según señaló, los que venían a la región eran destinados aquí a la fuerza y muchos extremeños tenían que irse a su pesar, de ahí que se acuñase la frase "A Extremadura se viene llorando y se va uno llorando".

Recordó que "cuando no teníamos un duro" la primera actuación fue hacer la carretera Cáceres-Badajoz, "como un hecho simbólico para unir dos provincias que vivían de espaldas".

También señaló que se logró detener la emigración.