Cada año son detenidas más de un centenar de personas en Extremadura por delitos relacionados con la prostitución, la mayoría de ellas mujeres que se encuentran de forma irregular en el país. Sólo en los últimos tres años, la cifra de detenidos por las fuerzas y cuerpos de seguridad supera los 350.

La prostitución se ha convertido en una práctica que cruza con demasiada frecuencia los límites legales de un negocio que mueve cifras millonarias. Los últimos estudios realizados aseguran que la prostitución genera unos 40 millones de euros al día en España, lo que supone 14.600 millones anuales. En Extremadura las cifras también son importantes. Más de 15.000 extremeños reconocen en las encuestas que utilizan con frecuencia este tipo de servicios, que mueven en la región más de 87 millones de euros al año.

Un reciente informe de la Guardia Civil asegura que en Extremadura ejercen la prostitución en clubes de alterne de carretera 1.440 mujeres, a las que habría que sumar 400 que lo hacen en domicilios privados y clubes en las ciudades. Esto supone que son cerca de 1.800 las mujeres que se prostituyen en la región.

El estudio, denominado Tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual , confirma la existencia de 47 clubes de alterne e indica que de las 1.440 mujeres que trabajan en ellos sólo dos son españolas.

Mujeres obligadas

Desde la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura (Adhex) sostienen que siete de cada diez mujeres que ejercen la prostitución en la región son obligadas en contra de su voluntad, aunque casi nunca denuncian estos hechos a la policía y si lo hacen de forma verbal no llega a materializarse de forma escrita, principalmente por temor a represalias, tanto de los dueños de los establecimientos como de los proxenetas.

No obstante, la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEX), Josefa Caraballo, manifestó ayer a este diario que, pese a lo complicado del tema, cada vez son más mujeres las que se atreven a denunciar la situación que padecen, aunque reconoció que es necesario seguir trabajando en este campo para acabar con este negocio ilícito.

La Administración regional ya anunció en pasadas fechas que descarta regular la prostitución. En Extremadura, de momento, se apuesta por su abolición, evitando cualquier reglamentación y utilizando todos los elementos legales posibles para poder clausurar los espacios en los que se practica. El problema, según los detractores de este sistema, es que con ello se favorece el negocio clandestino.

Con ello, la Junta se aleja del modelo propuesto por otros gobiernos como el catalán, que permite regularizar la práctica de la prostitución, para facilitar los controles sanitarios y que las mujeres tengan contemplados sus derechos.