Este año, Melchor, Gaspar y Baltasar han llegado a Badajoz con un legado de las culturas griega, romana y musulmana, representadas por una serie de esculturas que formaban parte del cortejo que desfiló por la ciudad, desde la estación de ferrocarril, donde fueron agasajados con una gran recepción presidida por el alcalde, Francisco Javier Fragoso, y la concejala de Cultura, paloma Morcillo, y saludaron a los niños que les esperaban.

Miles de pacenses, padres, abuelos y adultos acompañando a los más pequeños, siguieron una cabalgata con motivos culturales e infantiles, con 13 carrozas, 12 del ayuntamiento con los Reyes, el Portal de Belén, Blancanieves, la bruja los siete enanitos, la Pantera Rosa, o el Rey León, además de Los Picapiedras, Mowgli, una gran carroza blanca tirada por caballos, y una especial dedicada a la música, representada por un gran piano, además de una carroza de Correos, con motos de reparto y los gatos Silvestre y Gardfiel. Todo ello en el marco de un dispositivo de seguridad, para evitar accidentes.

Los participantes en la cabalgata, en torno a un millar, repartieron 5.500 kilos de caramelos durante todo el recorrido, hasta que el desfile llegó al paseo de San Francisco, donde de nuevo fueron recibidos por el alcalde, en presencia del embajador real, Cándido Gómez, encargado de recibir las cartas y peticiones de los niños.

Melchor, ayudado por Emilio Vázquez, presidente de Fundación CB; Gaspar, por Jesús Reynolds, de Banco de Alimentos y popular Jorge Mendoza con Baltasar, se dirigieron a los niños prometiéndoles ser generosos.

En la plaza Dragones, una unidad motorizada de la Policía Nacional homenajeó a Mario Cansado, un niño de 5 años que acaba de superar una leucemia --nieto de un agente en activo, presente con sus padres--, que recibió un carnet y una gorra que lo acreditan como policía honorífico.

Tras los saludos del alcalde y de los Reyes, el acto concluyó con unos fuegos artificiales y confetis en torno al templete.