Extremadura es una comunidad singular en el panorama nacional. Produce un 8,33% de la energía nacional --por los dos reactores de la cacereña Central Nuclear de Almaraz-- y consume apenas el 1,7% de la energía española, un desequilibrio que no se produce en ninguna otra región. De hecho, Cataluña y y Andalucía son las principales productoras de energía y, al mismo tiempo, las principales consumidoras.

Pero está demostrado que este excedente productivo no es una garantía de calidad en el suministro eléctrico. De hecho, históricamente ha sido más bien al contrario, puesto que la comunidad autónoma siempre ha estado entre las zonas con más problemas energéticos de toda España, especialmente en las zonas rurales.

Ahora, una vez que a finales de año concluya el segundo plan inversor impulsado por el Gobierno extremeño y las principales eléctricas Iberdrola y Endesa en el 2003, se empezará a desarrollar el nuevo plan energético nacional que, a su vez, supondrá nuevas inversiones. Entre las nuevas infraestructuras previstas en la región, destaca el capítulo especial dedicado a "mejorar la calidad del suministro en Cáceres y Badajoz".

Para ello la Planificación de los sectores de electricidad y gas 2007-2016 incluye cinco nuevas subestaciones de 220 Kv, concretamente las de Los Arenales, Trujillo, La Vaguada, Campomayor y Montijo. Pero éstas no serás las únicas inversiones energéticas en la comunidad a medio plazo.

El borrador de este plan eléctrico también prevé un nuevo eje en 220 Kv que unirá Ciudad Rodrigo y Béjar y que, a su vez, apoyará la red que une actualmente Salamanca y Extremadura. Se ampliará la línea entre Almaraz, San Serván, Brovales y Guillena, y se pondrán en marcha dos nuevas unidades de transformaciónen Balboa y Almaraz. Por último, se impulsará una nueva línea entre Alburquerque, Campomayor y La Vaguada.

Todas estas inversiones tendrán un objetivo claro: desterrar las noches de velas de los hogares extremeños. Y es que en los últimos años, sobre todo entre 1999 y el 2002, la región ha sufrido numerosos y prolongados cortes de luz que han hecho que la imagen de las eléctricas sea muy negativa en la comunidad autónoma.

Basta un ejemplo para ilustrarlo. En el 2003 una encuesta elaborada por la Asociación de Consumidores y Usuarios de Extremadura (Acuex) revelaba, entre otras cosas, que ocho de cada diez extremeños no estaban conformes con el suministro eléctrico que recibían y que estaban dispuesto, incluso, a cambiar de compañía.

No era sólo una sensación, puesto que los daños causados por los cortes de luz se calcularon en el 2001 en Extremadura en aproximadamente 20 millones de euros.

Hasta tal punto llegó esta situación que la Junta acabó aprobando la Ley de Protección de la Calidad del Suministro Eléctrico en Extremadura, que preveía que las compañías debían rebajar automáticamente de las facturas los apagones que se registrasen en la región.

Si se analiza la evolución de la calidad del suministro en la comunidad, es evidente que la situación ha mejorado sustancialmente en los últimos años a pesar de que aún no se alcancen los niveles medios nacionales.

Entre 1995 y el 2001 sólo en dos ejercicios el tiepi (medida homologada para las interrupciones del suministro eléctrico) bajó de 4 horas --en 1996, con 3,61 y en 1999, con 3,86--, mientras que en 1997 los cortes de luz se dispararon hasta las 8,83 horas en 1997 a causa de las gravísimas inundaciones que sufrió la región a finales de ese año.

En el 2003 se volvió a rebajar la barrera de las 4 horas (el tiepi fue de 3,96), y desde entonces nunca se vuelto a esos bajos niveles de calidad.

En el 2004 volvieron a bajar los cortes de luz, hasta las 3,36 horas, y en el 2005 lo hizo de manera aún más importante hasta situarse en las 2,54 horas, una cifra histórica y que no se había conocido hasta la fecha en la región.

El año pasado la calidad del sistema eléctrico extremeño empeoró ligeramente y el tiepi ascendió a 2,62 horas, aunque hay que tener en cuenta que es el segundo mejor dato histórico de la comunidad únicamente superado por el del ejercicio anterior.