Una veintena de mataderos extremeños deberán dejar la actividad el próximo 1 de enero de 2006 al no poder adaptarse a la normativa sanitaria que marca el Reglamento Europeo sobre Higiene de los Alimentos. Según los datos de la Consejería de Sanidad y Consumo, en Extremadura hay 98 mataderos, 35 de los cuales son de gran capacidad y 63 de pequeña capacidad. De estos últimos, "el 26 por ciento no tienen posibilidad de seguir tras la entrada en vigor del reglamento, y el 55 por ciento deberían mejorar sus infraestructuras para ajustarse a la normativa", señaló en la Asamblea el director general de Salud Pública, Pedro García Ramos.

La práctica totalidad de los que van a cerrar son mataderos ubicados en municipios de zonas rurales y cuya capacidad de sacrificio no llega a superar el 2% del volumen total de ganado que se sacrifica en la región. García Ramos no cree que el cierre de estas instalaciones vaya a causar perjuicio económico ni de abastecimiento de carne fresca a las localidades afectadas.

Sin embargo, según los datos facilitados en el Parlamento por el propio director general de Salud Pública, tampoco tienen garantizada su continuidad algunos mataderos de gran capacidad. En cualquier caso, el trabajo de la Junta --desde que la Comisión Europea aprobara el nuevo reglamento en abril del 2004-- ha sido el de "asesorar" a estas superficies de cómo adecuarse al mismo. Una buena parte de ese 55% que deben ampliar sus infraestructuras son empresas privadas, por lo que la función del Ejecutivo regional ha sido únicamente la de prestar toda la información posible al respecto, pero sin subvenciones.

DUDAS DEL PP A este respecto, desde las filas del PP extremeño, el diputado Antonio Guerrero mostró sus dudas sobre los datos aportados por Sanidad, ya que "si hay 35 mataderos de gran capacidad y sólo el 19 por ciento de todos los existentes en la región no tendrán dificultad para asumir la normativa, habrá algunos de gran capacidad que sí tendrán problemas", apuntó. Además, se preguntó qué va a pasar en los lugares donde se produzca el cierre de los mataderos más pequeños. "Se perdería empleo, habría carne de peor calidad porque ya no sería fresca, sino congelada", cuestionó.

En este sentido, García Ramos aclaró ayer que esos porcentajes se refieren únicamente a los mataderos de pequeña capacidad.

Además, minimizó estas posibles consecuencias en lo que a la parcela alimentaria se refiere, ya que "el transporte está preparado para que no se queden sin carne fresca", y no entró a valorar cuestiones de tipo económico o de empleo.

Sobre esta cuestión, Guerrero puso ayer como ejemplo lo que sucederá en La Zarza (Badajoz), localidad en la que es alcalde. Es el único matadero de la comarca, señaló, y en el matan siete carniceros que ahora "van al paro", mientras que "los pequeños ganaderos a los que le compran también tendrán pérdidas". Por ello, lamentó que la Junta no facilite una linea de ayudas.