Ana Patricia Botín ha llegado a la presidencia del Santander mandando, y mucho. En el primer día de su presidencia, en la biografía oficial que difundió el banco daba buena muestra de ello. Por encima de los usos del lenguaje que recomienda la Gramática, la nota da cuenta del nombramiento de "la nueva Presidente de Banco Santander", evitando el femenino del cargo y añadiéndole una mayúscula que según la Fundación del Español Urgente (Fundéu), no corresponde a su ortografía. Todo un carácter, el de esta representante de la cuarta generación de los Botín al frente del Santander, el banco cántabro fundado por su bisabuelo y del que ahora la familia solo tiene el 0,71%

Del comunicado se desprende que la nueva presidenta prefiere ser conocida como Ana Botín, y no por su nombre completo, que es el de Ana Patricia Botín-Sanz de Santuola y O'Shea. Además se destaca que "Ana Botín es, de acuerdo con la agencia internacional Bloomberg, la única personalidad española en la lista de las 50 personas más influyentes del mundo". Toda una tarjeta de presentación.

Ana Patricia Botín (Santander, 4 de octubre de 1960), es la mayor de los cinco hijos de Emilio Botín y de la pianista Paloma O'Shea y estaba llamada a ser la heredera quizás incluso antes de que en 1989 se incorporara al consejo de la entidad.

Hija, nieta y bisnieta de presidentes del Banco Santander, Ana Botín representa la cuarta generación de la más poderosa dinastía de banqueros de España. Está casada desde 1983 con Guillermo Morenés Mariategui, hijo de los marqueses de Borghetto, y tiene tres hijos.

Se licenció en Económicas por la Universidad de Bryn Mawr (EEUU) tras haber cursado estudios en Harvard. Ocupó la presidencia de Banesto entre 2002 y 2010, antes de asumir la responsabilidad de la filial de Reino Unido, como consejera delegada de Santander UK. El traslado a la City fue interpretado como el último entrenamiento para suceder a su padre.

Está considerada la mujer más poderosa del Reino Unido tras la reina Isabel II y la ministra británica de Interior, Theresa May, según una encuesta de la BBC del 2013. También ha encabezado las listas de empresarias más influyentes de Europa que elaboran Financial Times o Wall Street Journal.

Pecado de indiscreción

Ana P. llegó al Santander en 1988, tras haber trabajado siete años en el banco de inversión estadounidense JP Morgan.

En 1999, con 38 años, cometió un pecado de juventud que le valió ser despedida por su propio padre; o mejor, relegada a otros puestos en los que seguir aprendiendo el oficio que debía llevarla, algún día a tomar recoger el testigo. En un mundo, el de la banca, dominado por la discreción, enemigo de las frivolidades, Ana P. sin embargo, colaboró en la elaboración de un perfil personal en el País Semanal en febrero de 1999, en pleno proceso de integración entre el Santander y el Central Hispano.

Allí se daba a entender que Angel Corcóstegui siempre sería un empleado y nunca pasaría de vicepresidente, algo que sí lograría Ana P. Aquello fue un torpedo en el delicado proceso de fusión por el que tuvo que dimitir tras ser nombrada directora de Banca Mayorista Global. Botín quería desmontar la imagen de banco familiar del nuevo SCH y cambiarla por otra de profesionalidad. Pero su plan estaba en marcha. Tres años después, Ana asumió la presidencia de Banesto, luego marchó a Santander UK y nunca ha dado una entrevista.