Se acerca la hora de que los estudiantes extremeños se planteen qué hacer con su futuro pero este año la forma de hacerlo es diferente. En junio se estrenan las pruebas de acceso a la universidad renovadas, la selectividad adaptada al Espacio Europeo de Educación Superior, más específica y con opción a subir nota, pero el estreno no será completo. Las últimas modificaciones, hace una semana, del decreto que rige las nuevas pruebas elaborado hace dos años, obliga a retrasar hasta el próximo curso la puesta a punto definitiva.

Los cambios eran "necesarios" y reclamados por miembros del colectivo de la enseñanza para garantizar la igualdad de oportunidades de todos los estudiantes ante los ejercicios y evitar agravios. Este año Educación se cubre las espaldas. Esas garantías se cumplirán pero no se harán tal y como se garantiza, porque la norma como está planteada tras las pertinentes matizaciones no ha llegado a tiempo para su puesta en marcha completa en el estreno oficial de la era Bolonia, sobre todo en lo que a Formación Profesional se refiere, una enseñanza en el punto de mira.

La Formación Profesional se queda sin cupo de plazas

Los alumnos que provengan de alguna formación técnica superior no harán ningún examen para ingresar en la universidad, tal y como venían haciendo hasta ahora, pero ya no dispondrán de unas plazas reservadas en las titulaciones con numerus clausus . Hasta el curso precedente, para los alumnos procedentes de ciclos superiores se reservaba un 30% de las plazas de las diplomaturas con límite de acceso y un 7% de las de las licenciaturas también con límite. Ya no será así.

Ahora estudiantes de bachillerato y ciclos formativos competirán por las mismas plazas tan solo con su nota. La de los primeros saldrá de la media de los últimos cursos, que contará un 60% para la nota final, y la calificación obtenida en las pruebas común (cuatro exámenes obligatorios) y específica (dos voluntarios) de la nueva selectividad, un 40%; mientras la nota de los segundos, que no pasarán por ninguna prueba, se calculará, tal y como recoge el decreto, con la suma de la media del ciclo y las dos mejores notas de los módulos de que se compone el ciclo multiplicadas por los parámetros de ponderación asignados por la Uex a esos módulos. Ambos grupos podrán llegar por tanto a obtener los 14 puntos máximos que se valoran esta año de diferente forma.

Pero esta ponderación a los estudiantes de FP es una "medida transitoria", porque hay posibles situaciones que inquietan a más de uno. Por ejemplo, este año si un alumno de un ciclo de informática con una nota media de 10 quiere cursar medicina conseguir una plaza le puede resultar fácil, pese a que no podría llegar a alcanzar los 14 puntos, puesto que las asignaturas ponderadas no obtendrían puntuación alguna, ya que no están relacionas con la rama de la enseñanza a la que se accede. Estaría en el mismo caso que un alumno de bachillerato que, con la mejor nota de curso y de la fase común, no superara la parte específica. Es una posibilidad que podría darse de forma excepcional este año.

El próximo curso los alumnos de Formación Profesional que quieran acceder a grados con numerus clausus , como es el caso de medicina, podrán presentarse a la prueba específica de selectividad para subir nota y por tanto no se les ponderarán dos de las materias cursadas para llegar hasta los 14 puntos, tendrán que conseguirlos ellos. Mientras, este año, el decreto modificado a poco más de un mes del estreno de la nueva selectividad establece que unos y otros competirán, por tanto, por las mismas plazas de las carreras más demandadas, provengan de la modalidad o rama profesional que provengan, que es preferente pero no excluyente.

Los de FP ya no pueden hacer nada por cambiar su calificación final, que obtendrán una ponderación extra de 0,2 o 0,1 en dos asignaturas ligadas a la modalidad de la carreta solicitada. Los