Los barceloneses volvieron a salir anoche a los balcones y ventanas de sus viviendas para repetir la atronadora cacerolada del miércoles. La nueva protesta fue una acción totalmente espontánea, ya que en esta ocasión no había sido convocada. Donde sí estaba prevista era en Madrid y otras ciudades españolas. El seguimiento, sin embargo, fue escaso.

En Madrid la cacerolada no fue masiva. Tampoco lo fue el apagón convocado para la misma hora. Pese a todo, la plaza Mayor se abarrotó de ciudadanos con cacerolas y cucharones, que repiquetearon durante 15 minutos.

Unas 150 personas participaron en la protesta convocada en Sevilla por el Foro Social. La Alhambra y el Generalife de Granada permanecieron a oscuras 15 minutos.