Cuando ahora vuelven a sonar los ecos sobre la implantación de Educación para la Ciudadanía, una nueva asignatura ha creado también expectativas entre quienes forman la comunidad educativa. Los alumnos de Primero de Bachillerato estudiarán Ciencias para el mundo contemporáneo.

Vista la diversidad de opiniones respecto a Educación para la Ciudadanía, la consejera de Educación, Eva María Pérez, ya se ha adelantado a las reacciones que puede provocar esta nueva materia. Se ha preguntado si "¿habrá recursos u objeciones de conciencia a la asignatura Ciencias para el mundo contemporáneo?", ya que aborda asuntos como la ingeniería genética, las células madres o la clonación, temas que "pueden suponer alguna colisión con la conciencia moral de algunas familias". Y con otras asignaturas como Historia "¿pasará lo mismo? ¿Habrá alguna objeción de conciencia si se habla de la evolución del hombre?", se pregunta.

Cabe recordar que en Extremadura se han presentado diez 10 recursos de alzada contra la asignatura Educación para la Ciudadanía, y en la actualidad hay cuatro recursos contenciosos por este motivo.

Al margen de esta nueva asignatura, otra novedad destacada es la implantación de programas de Cualificación Profesional Inicial, equivalente al graduado en ESO, y que sustituyen a los antiguos programas de Garantía Social.

Así, en las zonas rurales, diez institutos, que hasta ahora no ofertaban ni Formación Profesional ni Bachillerato, van a impartir este curso programas de este tipo, lo que conllevará además la transformación de cien programas de Garantía Social en la región.

Para la consejería, esta medida, además de fomentar la igualdad de la educación, ofrece más oportunidades para los escolares en riesgo de abandono, ya que pueden optar a una cualificación profesional.