Aunque en los últimos tiempos los datos sobre los índices de delincuencia aparecen con ´cuentagotas´, todos los que van apareciendo apuntan en la misma dirección, es decir, hacia un lento pero constante incremento de la inseguridad en la comunidad autónoma a lo largo de los últimos años.

Y es que las estadísticas sobre delitos de sangre remitidas a principios de este año por el Ministerio del Interior al Senado iban en la misma dirección. En concreto, y en respuesta a una pregunta escrita presentada por un senador, estos datos apuntan que entre enero y octubre de los años 2002, 2003 y 2004 las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigaron en Extremadura una media de 20 casos de delitos de sangre.

En el 2005 el volumen de delitos incluídos en esta denominación se disparó y alcanzó los 32. Lo peor, que por primera vez fueron más habituales los asesinatos --11 casos de enero a octubre del 2005-- que las lesiones graves (10). El volumen de muertes violentas también se vio incrementado en gran medida sobre ejercicios anteriores, porque se pasó de 7 en el 2002 y 6 en el 2003 y el 2004 a las 11 del 2005.

La portavoz de Interior del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Alicia Sánchez, criticó en el mes de enero que el Gobierno central de José Luis Rodríguez Zapatero estuviese "mucho más preocupado en pactar con los nacionalistas" que en afrontar el "grave problema de la delincuencia y la inseguridad ciudadana".

Además, Alicia Sánchez denunció que en España se está extendiendo una nueva tipología de delitos muy graves llevados a cabo por la actuación de bandas organizadas, como ocurre, por ejemplo, en la zona de Levante.