Los obispados extremeños (Cáceres-Coria y Plasencia) y el Arzobispado de Mérida-Badajoz no harán campaña contra Educación para la Ciudadanía, al menos de momento. De este modo, acatan la postura de la Conferencia Episcopal --que el pasado jueves hizo un llamamiento a "utilizar todos los medios legítimos" para defender la libertad de conciencia y enseñanza (al considerar que la polémica asignatura entra en el terreno de la "formación de la conciencia moral"), pero sin concretar ninguno--, limitándose a informar sobre esta cuestión en la región.

Por ahora, la única iniciativa del Obispado de Coria-Cáceres ha consistido en enviar una circular sobre la nueva asignatura a las parroquias de su diócesis. "Pero no aconsejamos la objeción, recordamos a los padres que tienen este derecho, pero no imponemos nada", especifica el delegado de Familia, Ramón Piñero. A su juicio --como defiende el Episcopado Español--, la nueva materia supone una "imposición moral", que los padres "tienen derecho a evitar con todos los medios a su alcance". "Esta es la información que les proporcionamos", sentencia.

Igualmente, tanto el Obispado de Plasencia como el Arzobispado de Mérida-Badajoz se han limitado a aportar información sobre esta cuestión. Así lo confirma José Pérez, secretario de Enseñanza de la diócesis placentina, que indica que "nos hemos limitado a difundir la nota de la Conferencia Episcopal a través de nuestra revista diocesana".

Pérez se mantiene, de esta forma, en la misma línea que había marcado su homólogo en Coria-Cáceres, "son los padres los que deciden en último término". Una postura homogénea de la que también participa la diócesis pacense, cuyo arzobispo, Santiago García Aracil, sostiene en el último editorial de la revista Iglesia en camino que la libertad educativa de los padres se encuentra actualmente "con especiales dificultades", ante las que no se debe adoptar "una actitud pasiva".

LA ELECCION DE LOS PADRES Así, la responsabilidad de decidir si los alumnos deben asistir a las clases de Educación para la Ciudadanía recae íntegramente sobre los padres. Sin embargo, tampoco Concapa Extremadura (la sección regional de la Confederación Nacional Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos) ha lanzado una "campaña activa" a favor de la objeción de conciencia ante la polémica materia.

"Hay muchas sensibilidades y opiniones al respecto, por lo quepreferimos dejar un margen paraque sean los padres quien decidansi se acogen a este derechoo no”, indica su presidente regional,Domingo Expósito. Así lo recogeel comunicado en el cual,tras la asamblea del pasado 21de abril, Concapa expresa su posturasobre la nueva asignatura.Así, sus responsables dejanclaro que “la responsabilidad dela educación es de las familias”,así como que “el Estado no debeintervenir en la formación moralde los alumnos”. Por ello, estimanque “la única salida” paralos padres que no estén de acuerdocon Educación para la Ciudadaníaes “pedir una dispensa”que, no obstante, prevén no lesseráconcedida, al ser esta asignatura“obligatoria por mandatolegal”. De este modo, la objeciónde conciencia se convierte en “elúnico recurso”, un derecho delque informan, sin establecerninguna directriz al respecto.