Según la ley, las empresas de más de 50 trabajadores tienen que contar con al menos un 2% de discapacitados en su plantilla.

Una encuesta realizada por el CES en el centenar largo de empresas extremeñas que están sujetas a esta obligación revela que una de cada tres no la cumple, ya que no cuenta con ningún discapacitado entre sus trabajadores.

El grado de incumplimiento aumenta conforme disminuye el tamaño de la empresa y varía desde más del 80% para aquellas que cuentan con una plantilla de hasta 125 trabajadores hasta en torno al 60% para las que tienen entre 51 y 75 empleados.

En cuanto al resto, es decir, las empresas de menos de medio centenar de trabajadores, que por ley no tienen que cumplir cupo alguno de reserva de plazas para discapacitados, dos de cada tres no tienen a ninguna persona de este colectivo trabajando.

La encuesta del CES también pone en evidencia la escasa inserción laboral de las mujeres con discapacidad. Ocho de cada diez empresas extremeñas de más de 50 empleados no cuentan con ninguna mujer discapacitada en su plantilla.

En las empresas que cumplen la norma, la media de discapacitados en plantilla varía de 1,2 en las de entre 50 y 75 trabajadores hasta los 4,4 para aquellas de más de 125 empleados.

Otro dato que revela el estudio es que un 11% de los discapacitados que afirman haber tenido un empleo aseguran que trabajaron sin contrato, es decir, que uno de cada diez discapacitados que trabajan estarían haciéndolo en la economía sumergida, según el CES.