Según informó ayer la Junta de Extremadura, las normativas vigentes (Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y Ley del Comercio Minorista) establecen que todos los bienes y servicios puestos a disposición de consumidores y usuarios deberán incorporar, acompañar o, en último caso, permitir de forma clara y comprensible la información veraz, eficaz y suficiente sobre sus características esenciales; entre éstas, específicamente "la naturaleza, composición y finalidad" y las "instrucciones o indicaciones para su correcto uso o consumo, advertencias y riesgos previsibles".

Además, "la oferta, promoción y publicidad falsa o engañosa será perseguida y sancionada como fraude". La normativa también señala que "cualquier situación que induzca a engaño o confusión o que impida reconocer la verdadera naturaleza del bien o servicio será objeto de infracción". Ambos textos recogen la obligación del vendedor de responder ante la falta de conformidad de los bienes con el contrato de compraventa y a la descripción realizada por el comerciante.