Una obra expuesta en Cáceres que ha matado a un millar de grillos abre la polémica entre arte y maltrato. Concebida por Ismael Alabado, artista madrileño de 34 años afincado en Plasencia, la instalación artística forma parte de una exposición colectiva organizada por el centro privado Habana Espacio Libre. Este proyecto fue uno de los ocho que seleccionó el Consorcio Cáceres 2016 para recibir subvenciones en su primer certamen de iniciativas innovadoras.

Las reacciones en contra de la obra se sucedieron ayer pidiendo la retirada, aunque tanto los responsables del espacio artístico situado en la calle Pizarro como el propio autor descartaron que ésta fuera a producirse. Sin embargo, Ecologistas Extremadura hizo pública su "repulsa repulsa más contundente" ante lo que consideró como "un acto de crueldad" por parte de "un artista" al utilizar "centenares de animales moribundos".

Como primera medida, esta organización anunció que presentará hoy una denuncia ante la Junta y la Guardia Civil al considerar que la instalación está infringiendo la Ley 5/2002, de 23 de mayo, de Protección de los Animales en Extremadura.

Ecologistas recordó que el artículo 32 califica como infracciones muy graves "maltratar, torturar o infligir daños a los animales o someterlos a cualquier otra práctica que les pueda producir la muerte", además de "la filmación de escenas con animales que conlleven crueldad, maltrato o sufrimiento, sin autorización previa del órgano competente de Extremadura, cuando el daño sea simulado".

Por su parte, la Sociedad Zoológica de Extremadura también pidió a la Junta que "tome cartas en este asunto" y solicitó al Ayuntamiento de Cáceres que "se oponga a este tipo de manifestaciones culturales". La organización se mostró partidaria de retirar la obra y de que haya "una respuesta contundente y rápida por parte de los organismos públicos". Afirmó que "deben velar por la sensibilidad y proteger de la insensatez y la poca coherencia, ya que cualquier manifestación de arte o cultura que implique la muerte, humillación o sufrimiento de animales, con o sin sistema nervioso, cuando menos debe ser retirado".

EXPLICACIONES A pesar de las manifestaciones en contra, el autor de la obra se mostró ayer tranquilo y negó que ésta suponga maltrato para los 5.000 grillos que adquirió para realizarla, de los que pegó con silicona un millar en las paredes de una de las habitaciones del antiguo piso que sirve de lugar expositivo a Habana Espacio Libre. Los otros 4.000 permanecen encerrados en cajas que pertenecen a la misma instalación. Ayer por la tarde, a excepción de un par de grillos, todos permanecían inmóviles en las paredes. Alabado aseguró que estaban muertos.

Este artista, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, respondió a los ecologistas que "no existe maltrato porque estos insectos carecen de un sistema nervioso complejo que no está asociado al sufrimiento", apuntó citando informes consultados en internet. "Ni siquiera se puede asociar al de agonía, vinculado más al ser humano", añadió Alabado.

A pesar de haber adquirido los grillos a granel --al precio de 20 euros por millar--, el artista reconoció que su idea inicial era haber utilizado cucharachas dentro de un proyecto global con "arte orgánico", aunque no pudo porque no las encontró. Alabado explicó su teoría de la obra: que los grillos formen parte de ella para darle movimiento a la pintura de los murales hasta que se pudran para, finalmente, barnizarlos. El autor negó que hubiera utilizado alfileres u otros objetos para sujetar los insectos en las paredes, solo silicona. "Los grillos no son seres humanos. Los que hay en las cajas también morirarán", agregó.

Con esta puesta en escena, concluyó, la idea que ha querido transmitir "es que cada día es el principio del fin, que la gente se sienta reflejada en estos grillos y vea que hoy es un día menos". Fue precisamente una de las asistentes a la inauguración del pasado viernes la primera que mostró su desacuerdo con el contenido de la obra al entender que "rayaba el maltrato". Ayer explicó, pidiendo guardar el anonimato, que decidió acudir a casa a por un insecticida para matarlos y que así no sufrieran. "La idea artística me parece buena, pero siempre que no hubiera utilizado grillos vivos", concluyó.

A pesar de que los responsables de Habana Espacio Libre insistieron en "respetar la filosofía de trabajo de los artistas" que ocupan las habitaciones de la casa, el Consorcio Cáceres 2016 emitió a última hora de la tarde de ayer un comunicado en el que solicitó la retirada de la obra de Alabado "ante el rechazo que ha provocado entre distintos sectores de la sociedad cacereña".

La candidatura aseguró que se "desvinculaba de la obra" y subrayó que, "de haber conocido la naturaleza de la misma, ésta no habría recibido ningún apoyo". Recordó que "no apoyó una obra en particular, sino un proyecto global", admitiendo que "no conocía detalles técnicos de cada una de las obras que formarían parte de la exposición".