Ocho de los 14 maestros que componen el claustro del Colegio Público Nuestra Señora de Sopetrán --cuatro más acuden al centro de forma itinerante--, de Almoharín, están actualmente de baja por depresión. El motivo, según aseguran varios de ellos que prefieren mantenerse en el anonimato, es el clima de trabajo "insoportable" originado por la directora, María Teresa Martín, y sus supuestas presiones. Esta, por su parte, destaca la "normalidad" con que se desarrolla la labor educativa en el centro que dirige y se remite, para explicar lo ocurrido, a una serie de documentos oficiales (como actas de claustros o consejos escolares), cuya autorización para hacer públicos ha solicitado a la Consejería de Educación.

Pero la administración educativa se limita a destacar que las ocho bajas por depresión --las de Fernando Carrasco, María Isabel Lázaro, María de los Angeles Macías, Cristina Mateos, Antonia Merideño, Juan Luis Morán, Carlos Pérez y Eva Saponi-- y otra por maternidad están cubiertas por suplentes, de modo que los 149 alumnos del colegio almoharinense asisten a clase con normalidad. Así lo destaca también la presidenta de la Asociación de Padres y Madres (AMPA) del citado centro, Antonia Molina, quien resalta que "la labor docente se está desarrollando con normalidad y los niños, que son nuestra prioridad, están recibiendo sus clases".

Sin embargo, no todos los progenitores comparten esa visión, ya que temen que la ausencia de los maestros habituales de sus hijos reduzca su rendimiento académico. Así lo confirma el alcalde, Antonio Cano, a quien recurrieron algunos padres para reunirse con responsables de Educación y que reconoce que el asunto se ha traducido en una cierta división de la población. "Pero el ayuntamiento no tiene competencias en este ámbito, lo único que podemos hacer es instar a los organismos competentes para que se aseguren de que este tema no afecta negativamente a nadie, sobre todo a los niños", declara.

Lo cierto es que a la mayoría le resulta extraña la coincidencia de un número tan significativo de bajas por la misma causa, porque son más de la mitad de los 14 docentes que constituyen el claustro del colegio. Por ello, algunos padres temen que esta situación obstaculice el funcionamiento normal de la escuela, a la vez que se preguntan a qué se debe la simultaneidad de la ausencia de ocho maestros por el mismo motivo.

"NO PODEMOS MAS" Según los profesores con los que ha contactado este diario, la serie de bajas por depresión que el colegio ha registrado consecutivamente desde principios de abril --si bien, uno de los maestros ya dejó de trabajar por esta cuestión en febrero-- responde a la "situación insostenible" que hay en el centro. Estos docentes aseguran que desde que empezó el curso, María Teresa Martín --que accedió a la dirección el pasado-- ha impuesto sus criterios sin opción a debate hasta que, alegan: "Ya no podemos más".

Además, aseguran que ese modo unilateral de actuar ha ido acompañado de "presiones", "amenazas" y "llamadas al orden en el despacho". "La situación era insoportable, de acoso continuo, hay que vivirlo para explicarlo", señala uno de los maestros. Principalmente destacan que "no podíamos presentar ninguna iniciativa, había que seguir sus planes y si no estabas de acuerdo iba a por ti".

Ante ese panorama, que llegan a calificar como "acoso laboral en toda regla", decidieron remitir un escrito a la Delegación Provincial de Cáceres explicando su malestar por la situación del centro y, sobre todo, la actitud de su directora. En base al mismo, la Administración educativa inició hace unos meses un proceso de información reservada para aclarar la situación del colegio almohariense.

Pero este proceso se encuentra actualmente paralizado, según fuentes de la Inspección, por la denuncia interpuesta ante la Justicia por la directora. Al parecer, inicialmente Martín recusó ante la Dirección General de Política Educativa a los inspectores encargados del procedimiento de información reservada. Al serle denegado este recurso, se cerró la vía administrativa, por lo que denunció judicialmente a la Administración educativa, que está pendiente del juicio que debe celebrarse en Mérida el 29 de mayo.

Por su parte, María Teresa Martín prefiere no hacer declaraciones sobre la marcha de dichos procesos, que ni confirma ni desmiente, sino ceñirse "a lo que me comunique la Administración educativa". "Me remito a una serie de documentos oficiales que hacen referencia a todos los hechos que han ocurrido en este centro y de los que tiene puntual comunicación la Consejería, por lo que debo esperar sus instrucciones para actuar de un modo que no perjudique ni a la comunidad educativa ni a la Administración competente", asegura.

Asimismo, la directora del centro rechaza opinar acerca de la coincidencia las bajas de sus compañeros. "No debo ni puedo entrar a valorar esa situación, que responde a los partes médicos adecuados, ya que la Administración ha cubierto las bajas con celeridad y la marcha de las clases no se ha visto afectada".

También desde Educación resaltan esa rapidez en la cobertura de las bajas. Fuentes de la Consejería afirman que, pese a la coincidencia de ocho casos en tiempo y lugar, no ponen en duda ningún certificado médico. En cuanto a las posibles investigaciones abiertas para aclarar el porqué de esa situación, rechazan informar acerca de estos asuntos hasta que se resuelvan los procedimientos abiertos.