La última vez que una persona murió sobre las vías del tren en Extremadura fue hace poco más de un año, el 6 de agosto. Eugenia tenía 75 años e iba cargada con un carro de la compra cuando cruzó un paso a nivel de Navalmoral de la Mata sin atender a los avisos de otros viandantes. La barrera estaba bajada y el semáforo en rojo. Llegó con vida al Hospital Campo Arañuelo, pero falleció poco después.

Con la muerte de Eugenia son ocho las personas que han encontrado la muerte al cruzar las vías del tren en la región en la última década, bien a pie o sobre ruedas. En la mayoría de los casos se trata de imprudencias.

En lo que va de año en España han fallecido 39 personas como consecuencia de accidentes en los que se ha visto involucrado un tren. La mayoría de ellas murieron a causa de atropellos sufridos mientras cruzaban las vías, mientras que solo dos de las víctimas mortales viajaban dentro del tren.

El último accidente mortal de trenes tuvo lugar el pasado marzo cuando un maquinista murió tras embestir un tren de mercancías a otro que se encontraba parado en las inmediaciones de la estación de Arévalo, en la provincia de Avila. Otro hombre murió ese mismo mes arrollado por un tres cuando realizaba trabajos de mantenimiento de la vía en la estación ferroviaria de la localidad palentina de Dueñas. Pero sin duda el siniestro más grave ocurrió en la estación catalana de Castelldefels en junio donde doce personas murieron y catorce resultaron heridas arrollado por un tres cuando cruzaban a pie las vías.