"El tema de la venta de coches es complejo", se quejan en el sector. Y es que a la competencia de los vendedores ´aficionados´ o de las redes organizadas que operan en plena calle se suma ahora también internet. Todo ello ocasiona indiscutiblemente pérdidas a las empresas que se dedican a este negocio, pero los particulares, por su parte, reivindican su derecho a vender aquellos vehículos que son de su propiedad.

Es el caso de los hermanos Joaquín Ramón y Juan Antonio Calvo, que actualmente exponen sus vehículos cerca de un centro comercial de Badajoz. "No nos queda otro remedio, porque si los entregamos en el concesionario, no nos pagan ni lo que cuestan las cubiertas", explican.

En su opinión, "una cosa es que haya gente que se dedique a esto sin ser su profesión y otra distinta es lo que hagamos con nuestra propiedad. Nosotros no molestamos, porque los coches están en una zona con muchos aparcamientos. Además, sabemos que no podemos dar las mismas garantías que el concesionario, por eso los vendemos más baratos".