Joaquín Barrantes, portavoz del GIA y segundo teniente de alcalde de Albalá, profundizó ayer en el motivo de fondo que les ha llevado a presentar la candidatura al ATC. "Cuando teníamos las minas había unos 3.000 habitantes. Ahora apenas quedan 700. La economía local depende de la poca agricultura, ganadería y construcción. El pueblo está muy envejecido. Tenemos cerca de 50 parados y los jóvenes se marchan todos. Necesitamos un impulso".