El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, admitió ayer que la KFOR se mostró impotente al comienzo del brote de violencia en Kosovo la semana pasada porque "era imposible estar en todos los lados al mismo tiempo". "Reforzamos nuestro contingente muy rápidamente, por lo que la OTAN hizo un buen trabajo y sigue haciéndolo", argumentó ante la prensa junto al primer ministro serbio, Vojislav Kostunica.

"Los serbios tienen el derecho a vivir donde quieran y la KFOR hará todo lo posible para proteger a toda la población, independientemente de la comunidad a la que pertenezca", garantizó el secretario general.

Ante la ola de violencia, la KFOR tuvo que reforzar con 2.000 efectivos a los 18.500 que tenía en Kosovo, cuando sus planes eran reducirlos a 17.000 este año.

Por su parte, el representante de la Política Exterior de la UE, Javier Solana, rechazó la "cantonización" de Kosovo que propuso el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica. Por último, Kostunica, explicó que aboga por una solución política similar a la de Bosnia (dividida en dos entes con amplia autonomía, el serbio y el musulmano-croata).