Freno a los grandes terratenientes con derechos históricos que reciben ayudas europeas por ser propietarios de explotaciones sin trabajar en ellas, y apoyo a los agricultores en activo. Es una de las propuestas que fija la Comisión Europea (CE) para el desarrollo de la Política Agrícola Común (PAC) del 2014 al 2020 presentada ayer por el comisario europeo, Dacian Ciolos, y de la que están pendientes 80.000 agricultores y ganaderos extremeños. Como estaba previsto, aboga por un reparto más equilibrado del dinero y por incentivar más a los agricultores que favorezcan el medio ambiente. "Hay ayudas que ya no se justifican y se van a orientar a otra dirección, pero el objetivo no es que unos salgan perdiendo y otras ganando, sino que sobre la mesa podamos poner una clave de reparto que sea más creíble", indicó ayer Ciolos. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, avala esta postura, porque "las ayudas tienen necesariamente que repercutir en el empleo, pagar por no producir antes era dificil de entender, hoy es innegociable", indicó ayer. Las organizaciones agrarias extremeñas también aplauden las líneas generales de la nueva PAC, pero exigen un presupuesto para cuantificarlas; lo contrario supone "ganas de enredar". A este respecto, Ciolos quiere saber de cuánto dinero dispone antes de concretar más sus ideas. Así, la propuesta con cifras, criterios y evaluación de impacto llegará en julio de 2011, señaló. Antes, en diez días, los ministros de Agricultura de la UE se pronunciarán sobre estas propuestas.

Como informó este periódico el pasado 25 de octubre, los objetivos desde el 2014 son una PAC "más equilibrada, más verde y más justa", que garantice la producción de alimentos, y el mantenimiento del medio ambiente y de las zonas rurales, reiteró ayer el comisario europeo.

La idea de limitar las subvenciones que cobran los terratenientes no fructificó en reformas anteriores, pero en este caso la CE la incluye matizada, porque dice que antes que fijar un tope tendría en cuenta los empleos de la explotación. "Los efectos desproporcionados en las grandes explotaciones con un nivel elevado de empleo podría ser mitigado teniendo en cuenta la intensidad del trabajo asalariado", se recoge en el documento.

En todo caso, son cuestiones abiertas pendientes de cuantificar. A este respecto, conocer con qué presupuesto cuenta la nueva PAC es clave para los agricultores, ya que hay diez países más para repartir y es necesario cambiar la manera de hacerlo.

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