Hay poca gente en el consultorio de Hinojales. Pasa consulta el doctor Soto, que declina hacer declaraciones. Entre los pacientes, la sorpresa inicial es ahora indignación. No se explican cómo el Servicio Andaluz de Salud (SAS) permitió que un falso médico se encargase de su salud. "Estamos pensando en poner una denuncia".

Todos coinciden en que el doctor Cofrades Santillana tenía "mucha labia" pero era "raro en sus expresiones" y más aún en los tratamientos. Según Jesica "o te mandaba Paracetamol o te mandaba al hospital de Riotinto". No era raro que en la misma consulta ofreciese como alternativa ir a la clínica privada que montaba en Aracena, dando tarjetas del Centro de Orientación Personal , supuestamente especializado en "psicoterapia, psicoanálisis y neuroestimulación". Incluso habría pedido dinero a algunos pacientes para montar esta clínica.

Otras veces iba más lejos.

Al menos así lo aseguran los vecinos: a Sagrario le recetó un analgésico que no podía tomar, a Amalia unas pastillas para los triglicéridos que le sentaron mal, al padre de Conchi le diagnosticó anemia cuando tenía un cáncer, al marido de Esperanza le dictaminó un catarro que era en realidad neumonía... En todo caso, nunca se imaginaron que no tuviese el título. Hasta ahora "nadie nos ha dado una explicación".

Cofrades prescribía en receta oficial, con sello, firma y el CNP (Código Numérico Personal) 00018791930. Los tratamientos eran dispensados en la farmacia del pueblo, cuyo titular, Francisco Javier Viera, indicó que todo parecía normal. "A todos los efectos, Cofrades era un médico como el resto de los que han pasado consulta aquí en los 17 años que llevo en la farmacia", comentó.

Mientras, el alcalde, José Antonio Triano, del PA, no parece haber digerido aún la noticia. "Todavía no sé que ha pasado y estoy pidiendo que el SAS me informe", explicó, y agregó: "Por lo que sé, Cofrades se ha marchado al incorporarse el médico al que sustituía". No aclara si el consistorio pondrá denuncia, pero apunta que si algún vecino se siente perjudicado "que denuncie". Por su parte, Francisco Rastrojo, concejal del PP, cree que lo ocurrido "es muy grave" y que la Consejería de Sanidad debe dar explicaciones y tranquilizar a los vecinos.

Otros habitantes del pueblo van más allá, y no se explican cómo alguien que estaba bajo investigación por presunta falsedad en sus títulos fue contratado como médico de familia. Otros más, como Angel, aseguran que nunca se fiaron de Cofrades: "Me mandó unos análisis y me dijo que tenía colesterol y ácido úrico, pero no me cuadraba, así que no hice nada, y ahora iré para que me vea un médico de verdad".