Un grupo de padres de alumnos de Infantil del colegio público San José de Calasanz decidieron ayer llevarse a sus hijos a casa al ver el estado en el que se encontraba el centro, con "materiales por todas partes, sacos, hierros, cables, y obreros utilizando soldadura electrógena, por lo que varios padres nos hemos llevado a los niños a casa, comunicando a la dirección que no volverán en toda la semana hasta que la situación no mejore", según Vidal Flores, uno de los padres que se llevó a su hija del centro.

El director del colegio, Domingo Almeida, reconoció que el primer día de clases transcurrió "con el ruido de las máquinas eléctricas de cortar y los operarios trabajando en distintos puntos del colegio".Allí se ha construido un nuevo aulario de Infantil con seis aulas, "que están terminadas, sólo falta la carpintería".

Los operarios trabajaban ayer en el perímetro del patio y en la adecuación del comedor escolar. Los columpios infantiles están aún pendientes de la instalación del suelo de caucho. Almeida explicó que el retraso se ha debido "a un problema con las contratas y subcontratas, ya que las casas a las que se les había encargado el material han entrado en quiebra y eso ha retrasado todo". Espera que todo esté listo en una semana o diez días, informa Guadalupe Leitón.