El 1 de enero del 2005 la Guardia Civil tenía localizados en España 1.070 clubes de alterne de carretera en los que trabajaban casi 20.000 prostitutas. De ellas apenas 374 eran españolas, mientras que fueron identificadas 1.715 personas --679 extranjeros entre ellas-- que trabajaban para las redes que controlan estos locales.

Aunque lo cierto es que no hay estimaciones demasiado fiables sobre el número real de clientes que acceden a estos servicios sexuales, la ´Encuesta de salud y hábitos sexuales´ realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) realiza una primera aproximación.

Según los datos del INE, correspondientes al año 2003, hay 10.300 extremeños de entre 18 y 49 años que reconocen haber mantenido relaciones sexuales con una prostituta, aunque otros 5.000 optaron por no responder a esta pregunta. A lo largo de su vida, en este segmento de la población masculina hay hasta 54.000 personas en la región que han utilizado la prostitución. Aunque la mayoría es consciente de los riesgos que suponen estas prácticas, hay 6.600 extremeños que dicen que no utilizaron un preservativo en la última relación de este tipo que mantuvieron, y otros 6.300 aseguran que no se acuerdan de ese ´detalle´.

En marzo del 2005 el Instituto de la Mujer de Extremadura anunció la puesta en marcha de una campaña contra el tráfico de mujeres que se iba a llevar a cabo en colaboración con la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp).

Los responsables de los clubes de alterne asociados en Anela insisten en la necesidad de regular el sector para mejorar la seguridad y sanidad de profesionales del sexo y usuarios.