Los docentes no tienen formación suficiente para aplicar las nuevas tecnologías (TIC) en el aula y los centros escolares sólo disponen, de media, de un ordenador para cada cuatro profesores, según revela el informe Tecnología Educativa 2008 , realizado por la Confederación Española de Centro de Enseñanza (CECE).

Este estudio, para el que se han recogido datos de 1.200 centros de toda España, concluye que institutos y colegios trabajan "a dos velocidades" en el uso de la tecnología aplicada a la enseñanza y señala la necesidad de llevar a cabo proyectos para la implantación de la tecnología en la escuela. "La experiencia demuestra que para avanzar en el uso de las TIC en los centros es más importante la formación de los profesores y la concreción de un proyecto de centro, que dar dinero y ordenadores", asegura el director del Instituto de Técnicas Educativas de la CECE, Mariano del Castillo, para añadir que estas iniciativas "no deben hacerse de arriba (Gobierno y administraciones autonómicas) a abajo (centros), sino al contrario porque anula la rentabilidad de las inversiones".

Otra de las conclusiones es que casi el 40% de los centros escolares no cuenta con un presupuesto específico para TIC. No obstante, más de la mitad, pese a tenerlo, buena parte de las partidas para este fin se sitúan por debajo de los 6.000 euros; y apenas se destinan 600 para pagar la conexión a Internet.

Este trabajo, llama la atención el "escaso número" de ordenadores a disposición de los docentes en su centro de trabajo, en contraposición con los que tienen a su disposición los alumnos, teniendo éstos casi el doble que sus profesores. "Es probable que el profesor sea uno de los pocos trabajadores con estudios universitarios que hoy día no dispone de un ordenador propio para trabajar", apostilla Del Castillo.

El estudio también examina la disponibilidad de conexiones a Internet, además del material de apoyo en las aulas como los cañones y las pizarras digitales que sustituyen poco a poco a las tradicionales pizarras. Así, en muchos centros disponen de una o dos pizarras digitales instaladas en clases escogidas, "como si estuvieran calibrando sus posibilidades y aprendiendo a utilizarlas". Sin embargo, en otros colegios la pizarra "está aún embalada", puesto que se está esperando a la etapa vacacional para que el profesorado se "familiarice" con ella "con tranquilidad".