La pertenencia de Guadalupe a la Diócesis de Toledo se debe a que las diócesis y provincias eclesiásticas no se corresponden con los límites territoriales. Por ello se dan varias paradojas, como que Guadalupe y varios municipios extremeños cercanos estén incluidos en el territorio de la Diócesis de Toledo. Casos similares se dan en las diócesis extremeñas con respecto a varios municipios.

Que Guadalupe pase a formar parte de una diócesis extremeña depende de un pronunciamiento de la Santa Sede, aunque desde 1999 el Vaticano tiene en su poder los informes y documentos necesarios que le permitirían adoptar una decisión en torno a este asunto.

Los expertos apuntan a que una de las razones del retraso en el pronunciamiento de la Santa Sede se debe a la llegada de Antonio Cañizares al Arzobispado de Toledo.

No obstante, la Conferencia Episcopal Española pretende acometer una reestructuración de las 67 diócesis españolas y la adecuación de los límites de las diócesis a las provincias. Pero esto implicaría la desaparición de obispados históricos.