Cada vez que se habla del precio de la vivienda las demás comunidades autónomas miran hacia Extremadura, que mantiene los costes más baratos de los inmuebles, con marcadas diferencias sobre la media nacional. Sin embargo, el acceso a las mismas no se ajusta a ese menor valor y, sobre todo los jóvenes, se quejan de las dificultades que tienen para poder emanciparse al no poder gastar todo lo que le supone tener una casa, fruto de un contrato temporal en la mayor parte de los casos (un 55%). Tal es así que, según los datos publicados recientemente por el Consejo de la Juventud de España, un hogar ocupado por jóvenes debería dedicar en la actualidad el 30% de sus ingresos para adquirir una vivienda libre.

La región extremeña hay casi 400.000 hogares, el 83% son en propiedad, mientras que apenas el 8% están en régimen de alquiler y el resto es por cesión gratuita, según la Encuesta de Condiciones de Vida publicada la pasada semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Se da la circunstancia de que la mayor parte de los hogares tienen buenas dotaciones. Sólo el 5,5% y el 6,2% de las viviendas de la región sufren problemas de contaminación y delincuencia, respectivamente, frente al 16,5% y el 19,3%, respectivamente, de media en el país. Pese a ello, hay un 15% de hogares que padecen ruidos, ya sea de producidos por vecinos o en la calle, la mitad de los que los sufren en España.

166 euros al mes

Además, Extremadura es la región en la que menos gastos mensuales se destinan a la vivienda (166 euros), 55 euros menos que la media nacional. En cualquier caso, el mayor problema continua siendo el acceso, el poder emanciparse. Para ello, el Ministerio de Vivienda ha fijado una serie de medidas con ayudas para la emancipación, presentadas hace escasos días por la ministra Carme Chacón.

A este respecto, el Consejo de la Juventud de España refleja que en Extremadura hacen falta 18.200 euros al año como mínimo para acceder al mercado de vivienda, o 1.500 euros al mes como mínimo. Se trata de los euros brutos que debería ingresar una persona o un hogar para dedicar el 30% del sueldo a pagar una hipoteca media de una vivienda libre.

Y es que el mercado inmobiliario extremeño "va perdiendo su ventaja a un ritmo particularmente acelerado, aunque las condiciones de acceso no son comparables con las de ninguna otra comunidad". En la región, el precio medio de la vivienda libre alcanza los 107.000 euros, 30.000 más que una de protección oficial.