La contundente victoria del Partido Demócrata en las urnas no solo ha llevado a Barack Obama a la Casa Blanca, sino que la formación ha ampliado su mayoría en las dos cámaras del Congreso. El martes, los demócratas pusieron la guinda a una jornada memorable sumando también un claro triunfo en las elecciones legislativas, que se celebraban junto a las presidenciales.

Por primera vez desde 1992, los demócratas controlan tanto la Casa Blanca como las dos cámaras. En las legislativas estaban en juego 35 de los 100 escaños del Senado y la totalidad de los 435 escaños que forman la Cámara de Representantes. En el Senado, los demócratas conservaron la totalidad de los escaños que poseían (12 de ellos estaban en juego en estos comicios) y arrebataron otros cinco a los republicanos. Así, de los 51 que ya tenían, los demócratas han pasado a 56 (incluidos dos independientes que se contabilizan como demócratas porque siempre votan con ellos). A la hora de cerrar esta edición, faltaban todavía por atribuir cuatro escaños --correspondientes a Alaska (donde el senador republicano Ted Stevens, que aspira a la reelección, fue condenado el mes pasado por corrupción), Georgia, Minnesota y Oregón--, todos en manos de los republicanos en la legislatura anterior.

Los republicanos, que contaban con 49 escaños, han reducido, de momento, su representación a 40 (a la espera de lo que ocurra con los cuatro escaños pendientes de finalizar el escrutinio). En Virginia, el demócrata Mark Warner arrebató el escaño al senador republicano saliente John Warner (sin parentesco entre ellos). En Nuevo Hampshire, Jeanne Shaheen desplazó a John Sununu. Otra mujer, Kay Hagan, ganó en Carolina del Norte a la republicana Elizabeth Dole, esposa del excandidato presidencial Bob Dole. Los otros dos nuevos senadores demócratas son Tom Udall en Nuevo México y Mark Udall en Colorado. Sin embargo, estos resultados hacen muy difícil que los demócratas consigan los 60 escaños (deberían ganar también los cuatro todavía pendientes de escrutinio) que constituyen el mínimo necesario en el Senado para evitar cualquier intento de la minoría de torpedear los proyectos legislativos con la práctica del llamado filibusterismo.

En cualquier caso, los demócratas confían en que podrán llegar a acuerdos con algunos republicanos moderados para poder aprobar decisiones de envergadura.

En la Cámara de Representantes, con el escrutinio ayer por la tarde aún no finalizado y cuando quedaban nueve escaños por atribuir, los demócratas, que contaban con 235 escaños frente a los 199 de los republicanos, han logrado ampliar su mayoría en casi una veintena más de escaños, según las proyecciones.

Los demócratas se impusieron también en las elecciones a gobernador que se celebraban en 11 estados y lograron siete de los puestos, al mantener el cargo en seis y arrebatar a los republicanos el de Misuri. Los republicanos vencieron en cuatro estados, que ya estaban en sus manos.

´NO´ A LAS BODAS GAIS El martes, los estados también celebraban numerosas consultas y referendos. El de más repercusión fue en California, donde se impuso el no a las bodas gais. Con el 96,4% de votos escrutados, los partidarios de modificar la Constitución y prohibir los matrimonios entre personas del mismo sexo en ese estado sumaban anoche el 52,2% de los sufragios (5.220.700), frente al 47,8% (4.792.900) de los detractores. Pero a falta de cerca de dos millones de papeletas por contar --la mayoría, votos por correo--, algunos no perdían la esperanza.