En el argot político regional se dice que uno no se da cuenta de lo grande que es Extremadura hasta que afronta una campaña electoral. Una región como la nuestra, que en extensión supone casi la mitad de Andalucía, pero cuya dispersión obliga a realizar decenas de kilómetros, provoca un desgaste muy alto en los candidatos de una y otra formación los quince días de campaña. Sobre todo si, como es el caso de algunos de ellos, los viajes comenzaron hace meses.

Por eso, ayer, en jornada de reflexión, tocaba descanso, alejarse del mundanal ruido mediático, hasta que hoy domingo se celebren los comicios y empiece una nueva carrera: la de la formación de gobierno en función de los resultados. El presidente en funciones y candidato del PP, José Antonio Monago, pasó el día en su casa de Badajoz con su mujer y sus dos hijos. Hizo algo de deporte por la mañana saliendo a correr, compartió café con los suyos y se distrajo con su perro, un teckel que le regalaron a sus hijos hace meses. Durante toda la jornada se mantuvo en contacto con quienes, desde el Centro de Datos del Gobierno, ultimaban la puesta a punto de los servicios para la jornada electoral de hoy.

Mientras, su contrincante más directo, Guillermo Fernández Vara, hizo lo mismo con su familia en su casa de Olivenza, si bien contaba con un invitado de excepción como era Alfredo Pérez Rubalcaba, con quien cerró la campaña electoral el viernes pasado en la localidad. En su caso, ambos pasearon con algunos amigos del candidato socialista por las calles del pueblo, se acercaron a la localidad próxima de Táliga y por la tarde, ya en solitario, se retiró a descansar en casa y a ver el partido de fútbol del Barça.

Pedro Escobar, el candidato de Izquierda Unida-Los Verdes, dedicó el día a labores de su casa de Badajoz. Teniendo en cuenta que vive solo, llevaba 15 días sin atender a los asuntos domésticos, razón por la cual aprovechó la jornada para salir a realizar varias compras y hacer la comida: "el primer gazpacho de la temporada", dijo. Además, planchó varias coladas pendientes porque, como él mismo argumentó, es de las cosas que más le relajan.

El candidato de Podemos, Alvaro Jaén, pasó el día en Mérida con su familia y unos amigos, saliendo a comer a un restaurante situado junto al mercado. Ha trasladado hace tres semanas su domicilio a la capital, dado lo lejos que resultaba venir desde su pueblo, Navalvillar de Ibor, todos los días. Sin embargo, ayer por la tarde pensaba regresar al pueblo con su pareja e hijo para despedirse de sus paisanos, pasar allí la noche y hoy domingo poder votar dado que sigue allí empadronado.

Victoria Domínguez, candidata de Ciudadanos, dedicó la mañana a pasear en Plasencia junto a su perra por la Isla. Su plan era relajarse, lo mismo que a mediodía poner rumbo a su pueblo, Valdeobispo, y comer allí con su madre, para por la tarde regresar a Plasencia y esperar al día de hoy tranquilamente en casa.

Por último, Estanislao Martín, líder de Extremeños, pasó la mañana en Mérida ultimando algunas tareas pendientes y la tarde en su ciudad, Cáceres, donde salió a comer con su familia y paseó por la calle buscando el relax y la tranquilidad hasta el gran día que es hoy.