La región acabó el 2016 con 2.940 operadores de agricultura ecológica. Se trata de una cifra algo inferior a la del ejercicio anterior, cuando fueron 3.063, pero tras esta evolución a la baja también hay un dato positivo, ya que entre uno y otro año la cifra de elaboradores, importadores y comercializadores creció en conjunto un 15%, pasando de 149 a 172. En cuanto a los productores, la cifra se sitúa en 2.768, de los que 2.609 son agrícolas y 159 ganaderos.

A juicio de José María Guerrero, jefe de servicio de Producción Agraria de la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, se trata de un aumento «muy importante» para el sector ecológico agroindustrial y que tiene su origen en un incremento del consumo de productos con este sello de calidad tanto en el territorio nacional como en el europeo. «Las empresas agroalimentarias extremeñas están aprovechando un cada vez mayor foco de venta, algunas de ellas diversificando su producción junto con la convencional, y otras iniciándose en la producción ecológica», incide.

Respecto al descenso de los productores, Guerrero puntualiza «que no se debe a ningún factor que dependa de la certificación ecológica ni al cumplimiento de las normas». Apunta que podría deberse «a que las ayudas ecológicas que inicialmente se convocaron en la anualidad 2015 finalmente se anularon provocando la baja voluntaria de operadores». Este es el mismo factor que previsiblemente ocasionará un descenso de la superficie ecológica en Extremadura en el 2016. Las cifras provisionales arrojan un balance de 81.446 hectáreas, lo que supone un descenso de algo más del 12% respecto a las 93.024 del ejercicio anterior, si bien, incide Guerrero, las estadísticas aún no están cerradas. En sentido contrario, para esta campaña, desde la Administración autonómica se espera que haya un notable incremento en los operadores, tras el decreto de ayudas publicado en enero pasado, que abre todas las líneas de ecológico tanto en agricultura como en ganadería.

A la frecuente fluctuación de la superficie entre distintos ejercicios —entre 2014 y 2015, por ejemplo, había crecido un 15%— contribuye también que «La agricultura ecológica en la región es sobre todo olivar y pastos. Son fincas grandes, así que cuando se incorporan seis o siete de 300 o 400 hectáreas te puede subir en 3.000 hectáreas la superficie total», señala Ángel García Blanco, presidente de Asaja Extremadura. «Desde el momento en el que se abrieron las líneas de ganadería ecológica se produjo un incremento enorme de la superficie», remacha.

García Blanco también resalta que la tendencia de las ayudas por hectárea a la agricultura ecológica es al alza, al contrario que las de la producción integrada, una «ecología light» que Bruselas «no quiere», lo que previsiblemente se traducirá en el futuro en un aumento de la superficie de la primera de ellas.

Del total de superficie ecológica que hay en la región, cerca de la mitad (39.524 hectáreas) son pastos. «Su papel es fundamental para la ganadería ecológica, ya que fomenta que los animales se críen en régimen extensivo, estén adaptados perfectamente al medioambiente, disfruten de alimentación natural o tengan bienestar animal», aclara José María Guerrero, quien recuerda también que, para certificar ganadería ecológica, es necesario que el ganadero disponga de estos pastos para la cría. A continuación, aparece el olivar, con 28.272 hectáreas, y, ya a mucha distancia, quedan los viñedos (1.622), los frutales (1.352) y los frutos secos (1.194).

Consumo

¿Y qué ocurre con el consumo? Un estudio del 2015 elaborado por el Ministerio de Agricultura destacaba que, a pesar de que España es el quinto país del mundo por superficie ecológica y el primero de la UE, cerca de la mitad de la producción en origen se destina a exportación. «El mercado interior de productos ecológicos no se ha desarrollado en consonancia con el potencial productivo existente», indicaba el informe. Supone el 1% del gasto alimentario total, lo que se traduce en unos 21 euros por habitante y año, muy alejado de otros países: en Suiza son 189, en Dinamarca 159, en Alemania 86 o en Francia 61.