Entre los objetivos de gran parte de investigadores figura registrar una patente, hecho que cada vez se valora más en un currículum.

Hasta hoy, la Universidad de Extremadura ha solicitado a la Oficina de Patentes y Marcas de España un total de 18, de las cuales 13 ya han sido concedidas. No obstante, desde el momento en el que se produce la solicitud ya se pueden ceder a una empresa para su explotación porque aunque aún no estén concedidas ya están protegidas, según Manuel Ramírez, director del Servicio de Gestión y Transmisión de Resultados de la Investigación (SGTRI).

Entre las curiosidades, señalar que el actual rector, Francisco Duque, ha registrado 4 de las 18 patentes de la Uex.

No obstante, sólo cuatro de estos inventos están cedidos para su explotación a empresas privadas y un quinto --que facilita la elaboración de tortas como las del Casar o La Serena al eliminar el cardo que se usa en las queserías-- está en proceso para hacerlo.

Cápsulas de tomate

Pero sólo uno de esos hallazgos ha conseguido traspasar las fronteras españolas para registrarse en las oficinas de patentes de otros países. Se trata de un procedimiento por el que se extrae de la piel del tomate y las semillas un antioxidante denominado licopeno. El proceso de extracción no deja ningún residuo, por lo que el licopeno que se obtiene es de una calidad mayor que otros que hay en el mercado.

Este compuesto se puede comercializar en cápsulas para introducirlo en países en los que no sea fácil acceder a productos naturales como el tomate. El profesor Eduardo Sabio, del Area de Ingeniería Química y Energética de la Uex, encabeza esta investigación cuya patente se ha cedido a la empresa extremeña Conesa. Esta ha sido la que ha tomado la decisión de patentar este hallazgo en otros países --todos los de la Unión Europea, Japón, Túnez, Chile, Argentina, Australia, Argelia, China, Estados Unidos, Brasil...--

Hasta el momento, la inversión realizada en este proceso alcanza los 54.321 euros, coste del que se debe hacer cargo Conesa. Cuando se produzca la explotación del invento, esta empresa deberá pagar a la universidad un pequeño royalty que estará entre el 3 y el 5 por ciento de los beneficios, según Ramírez.

Una vacuna para el pedero, cuyo investigador principal fue Santiago Vadillo, y un procedimiento para controlar y mejorar la fermentación del vino son las únicas investigaciones de la Uex que tras obtener la patente y cederlas a una empresa ya han sido explotadas.

El propio Manuel Ramírez es el investigador principal del proyecto que finalizó con el descubrimiento de una cepa, denominada saccharomyces cerevisiae EX88 , que se utiliza para acelerar la fermentación del vino, controlar el proceso y su calidad. Actualmente, explica Ramírez, existen levaduras de este tipo en Francia, Canadá o Chile, pero la que descubrió en su laboratorio está adaptada para utilizarla en las bodegas extremeñas, con la climatología de la región. Otra de las patentes de este equipo es un proceso para saber si la cepa está funcionando de forma correcta, por lo que se ceden las dos a una misma empresa.