Cualquier poseedor de un perro, sea de la raza que sea, tiene la obligación de censarlo en su ayuntamiento y colocarle un microchip --cuyo modelo está aún por determinar-- para el caso de abandono o pérdida. Además, los canes que hayan atacado a personas o sean de las razas bullmastiff, doberman, dogo argentino, dogo de Burdeos, fila brasileiro, mastín napolitano, pit bull, de presa canario, rottweiler, terrier staffordkshire americano y tosa japones, deben estar inscritos como "peligrosos" y encerrados en un recinto especial.