LAS OPERACIONES PARA HALLAR A SADAM EMPIEZAN EL PASADO 20 DE MARZO, AL INICIARSE LA GUERRA

EN EL BUNQUER

Hacia las 3.33 de la mañana, hora local (las 5.33 en España), las fuerzas aéreas de EEUU dirigieron sus ataques contra un búnquer del barrio bagdadí de Al Dura en el que, según informes de la CIA, el dictador iraquí se hallaba refugiado con sus asesores y sus dos hijos, Udai y Qusai. La exactitud de los datos, supuestamente filtrados por una persona muy cercana al círculo del dictador, hizo a EEUU acariciar la esperanza de que el dictador hubiera caído, pero no fue así. Un ataque similar se llevó a cabo el 7 de abril contra un restaurante muy frecuentado por Sadam. Días después, un hombre con sus rasgos, que podía ser él o uno de sus dobles, hizo una breve aparición pública en la capital, aún arrogante y con aparente moral de victoria.

NI RASTRO

Cuando el 9 de abril las tropas entraron en Bagdad revolvieron entre los edificios bombardeados, especialmente el del búnquer, y no encontraron sus restos. El dictador se había desvanecido.

LAS GRABACIONES

A partir de ese momento, las únicas pistas de que seguía vivo fueron los mensajes de voz grabados y algunos manuscritos, de autenticidad incierta en algunos casos, en los que el dictador instaba a la población a resistir la invasión. Pero fue después de la muerte de Udai y Qusai, el 22 de julio en Mosul, cuando quedó claro que el dictador seguía vivo. El 29 se dolió por la muerte de ambos en una grabación que era auténtica.

LA RECOMPENSA

El 3 de julio, Paul Bremer, máxima autoridad de EEUU en Irak, ofreció 25 millones de dólares para quien diera una pista que permitiera la captura de Sadam.