El Sindicato del Profesorado PIDE estima que el proceso de fusión de los centros conllevará irremediablemente una reducción de las plantillas de los centros afectados. Según los cálculos previos realizados, la desaparición de toda una estructura de dirección, con lo que ello supone en reducción de horario de clases, llevará a la destrucción de unos 20 puestos de trabajo en cada una de las dos localidades afectadas.

Así lo indica el presidente del sindicato, José Manuel Chapado, quien señala que la propuesta de la administración es que el primer año no se modificarán las plantillas de los centros, lo que significa "que el segundo año sobra plantilla, con lo que automáticamente se empezarán a suprimir plazas o a desaparecer aquellas que ahora se cubren con interinidades, comisiones de servicio o profesores en expectativa de destino".

La supresión de plazas docentes se traducirá en un aumento de la ratio alumno-profesor y, por tanto, se verá perjudicada la oferta educativa de las zonas afectadas. Así, "la individualización de la enseñanza que se pretende instaurar va a estar cada vez más difícil".

En el caso de Llerena se produce además una cuestión "más sangrante" aún, según Chapado, porque en esta localidad hay un centro concertado "que se está potenciando a costa de cerrar un centro público".