El exministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Manuel Pimentel, anunció ayer su baja como militante del Partido Popular al no "compartir ni entender" la política "ilícita" del Gobierno en la guerra contra Irak. Aunque no es el primer gesto de desacuerdo mostrado por militantes del PP, la condición de exministro de Pimentel, lo convierte en el más emblemático de todos ellos.

El anuncio de Pimentel se ha producido a través de un artículo reproducido ayer en diversos diarios andaluces. Para el exministro, esta guerra es una "injusticia" y un "histórico error". "Ya no se trata de un desvarío de su presidente", dijo en alusión a José María Aznar, sino "de toda una línea estratégica de partido".

"DEL PP Y ESPAÑOL"

"Me siento profundamente del PP y español", indicaba Pimentel en su artículo. Pese a esta confesión, el exministro achacó su retirada a la norma no escrita vigente en el partido, según la cual, no estar de acuerdo con Aznar supone estar en su contra. "Evidentemente, yo no cumplía esas reglas: no estaba de acuerdo con algunas de las políticas de Aznar", dijo.

UNANIMIDAD

Desde hace varia semanas, se han multiplicado las dimisiones de concejales y dirigentes locales del PP. Otros, sin irse, también han expresado su rechazo a la guerra. Uno de los casos más significativos se produjo en el Ayuntamiento de La Guardia (Jaén) el sábado. Los seis concejales del PSOE y los cinco del PP respaldaron la moción de condena de la guerra, presentada por los socialistas.

El abandono de Pimentel ha cogido por sorpresa a sus compañeros de partido, al igual que ocurrió con su dimisión como ministro en febrero de 2000. Aunque su alejamiento del PP era progresivo, el presidente del partido en Sevilla, Ricardo Tarno, prácticamente le acusó de abandonar la formación en un momento "tan delicado y difícil".

La baja de Pimentel, hasta ahora militante de base y dedicado a la empresa privada como presidente de Detea, no sorprendió en su entorno más cercano. Incluso en los corrillos políticos andaluces circulan desde hace años comentarios sobre el afán poco disimulado del PSOE para atraer a la oveja descarriada del PP.

Sin embargo, Pimentel ha dejado claro que no se pasará a "ningún otro partido" y que seguirá luchando por sus ideas desde la independencia. Aunque advierte: "Si en el futuro naciera un partido de centro que se esforzara en superar la crispación y división en la que está cayendo nuestra sociedad, volvería a adoptar un nuevo compromiso".

EL PSOE PIDE REFLEXION

Las reacciones de las demás formaciones políticas no se hicieron esperar. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, evitó realizar un ataque y optó por aconsejar a la dirección del PP que reflexione sobre los motivos de esta baja. El coordinador general de IU, Julio Llamazares, aseguró que la salida de Pimentel prueba que el PP se ha convertido en un "partido ultraconservador" y de "derecha dura".