El impulso a las energías renovables ha sido uno de los puntos en los que más se ha avanzado en este año de legislatura, de manera que las previsiones iniciales han sido ya corregidas al alza. Si el proyecto era que en el 2010 alrededor del 12% de la energía consumida en la región fuese limpia ahora el plazo es el 2012 pero el porcentaje es del 20% y un 40% para el 2020.

La corrección ha venido motivada en gran medida por el boom de proyectos (y realidades ya en algunos casos) de plantas para la fuente renovable que más potencial tiene en la región, es decir, la solar.

El hecho de que en septiembre de este año finalice el actual sistema de primas a la fotovoltaica ha llevado a que muchos proyectos se conviertan aceleradamente en realidades en ejecución al entrarles las prisas a sus promotores, y siembren la geografía extremeña de placas. También la solar térmica está teniendo un fuerte impulso, dándose además la circunstancia de que esta es la única renovable que garantiza el suministro continuo, que es la pega principal que se pone a este tipo de energía no contaminante.

Además, pronto Extremadura contará con sus primeros ´molinillos´ de eólica que cerrarán un largo y polémico proceso, y de paso surtirá el efecto de generar empleos en las zonas que más necesitadas están de elementos económicos que fijen población.

No todos los proyectos de renovables que hay sobre la mesa de la Junta prosperarán, pero con que lo haga la cuarta parte la región será la más renovable de España.

De este modo, Extremadura dejará de figurar en los listados oficiales como una de las comunidades donde menos se cumplen las previsiones de implantación de renovables, como ocurría hasta hace un año, y se aprovechará de inversiones multimillonarias en este sector.