La nueva edición del Plan Renove de electrodomésticos permitirá el cambio de casi 21.200 aparatos antiguos por otros más eficientes, con un ahorro para el comprador de 85 euros en el precio, según explicó el director general de Planificación Energética, Manuel García, quien agregó que el plazo para acogerse quedó abierto ayer y se cerrará cuando se agote la partida asignada de 1,8 millones. García señaló que las principales novedades de esta edición es que casi se duplica el número de aparatos a sustituir --en la anterior fueron 12.700, y que se incorporan los lavavajillas y lavadora bitérmicos, es decir, que no llevan resistencia eléctrica para calentar el agua, ya que toman el agua caliente de la red general del hogar.

De este modo, puede acogerse al plan quien quiera cambiar un frigorífico, lavadora, lavavajillas o congelador. Para ello, debe acudir a uno de los 258 establecimientos extremeños acogidos a la campaña --identificados con el logotipo oficial-- y presentar la petición.

El vendedor será entonces el encargado de aplicar la rebaja en el precio y, además, tendrá que recoger el electrodoméstico viejo y enviarlo a un centro de reciclaje, de los que existen dos en Extremadura. El director de Planificación Energética señaló que existe la posibilidad de que los aparatos sean remitidos a centros de otras regiones si se considera más viable. Después habrá de presentar la documentación en Industria para que le sean reembolsados los 85 euros.

En cuanto a algunas quejas suscitadas tras la primera edición del plan, sobre todo por parte de los comerciantes, que señalaban que las ayudas tardaban mucho en cobrarse, Manuel García aseguró que se estaban analizando los posibles problemas y dificultades encontradas en el desarrollo de la campaña para corregirlas.

Cada establecimiento tendrá asignado un cupo, ampliable a cuenta de cupos no cubiertos por otras tiendas. Una vez que se complete el cupo global se dará por concluida la campaña. En todo caso, ya hay prevista una tercera edición cuyas prescripciones serán aprobadas en breve por el Consejo de Gobierno.

AHORRO ENERGETICO El director de Planificación Energética indicó que con la sustitución de los 21.200 electrodomésticos se conseguiría un ahorro energético de 6,3 gigavatios-hora por año. Esto supondrá para los hogares que opten por el cambio pagar 600.000 euros menos por año en las facturas de luz y agua, y se evitaría la emisión de 5.000 toneladas de CO2.

Precisamente es el objetivo del ahorro el que marca el tipo de electrodomésticos elegidos para el plan, ya que son los que más consumen y donde hay mayor margen para reducir la factura.

Así, una lavadora de eficiencia alta (con categoría A o superior) consume por cada lavado un 40% menos de energía y la mitad de agua que una de categoría B o C. Lo mismo ocurre con los lavavajillas.

En cuanto a los congeladores, el gasto eléctrico puede reducirse a la mitad, mientras que en los frigoríficos el ahorro es incluso superior, ya que los de categoría más eficiente gastan un tercio menos que los de eficiencia media.

En euros, esto supone que con una media de un uso diario del lavavajillas y la lavadora, al final de la vida útil de estos aparatos, estimada en 15 años, los cuatro electrodomésticos sumarían un ahorro económico superior a los 2.000 euros por hogar, o, lo que es lo mismo, 140 euros anuales menos en el recibo de la luz.

De este modo, y aunque los electrodomésticos de mayor eficiencia son ligeramente más caros que los de mayor consumo, al sumar el ahorro de electricidad y el de agua a la ayuda de 85 euros por la compra de cada aparato se lograría de sobra amortizar este sobre coste en muy corto periodo.