Las medidas recogidas en los planes de empleo ejecutados en Extremadura han tenido una incidencia escasa en la mejora del mercado laboral femenino, según se desprende de un estudio realizado por el Consejo Económico y Social de Extremadura (CES).

Tras analizar la evolución de las tasas de empleo masculino y femenino tanto en Extremadura como en toda España, se aprecia que en los últimos 13 años, el empleo entre las mujeres extremeñas ha crecido en casi un tercio, y la tasa de ocupación se sitúa en el 29%. Sin embargo, este índice está 30 puntos por debajo de la tasa de empleo masculina en la región. Asimismo, la diferencia con la tasa nacional de mujeres empleadas es de nueve puntos, dos más que hace 13 años. Mientras, el paro baja en el mismo periodo diez puntos, los mismos que a nivel nacional.

Esta evolución lleva a los autores del informe a señalar que "queda en evidencia que las medidas y políticas de fomento de empleo no han contribuido a reducir las diferencias entre el número de hombres y mujeres ocupados en la región".

De igual modo, y tras aludir a la "escasa relevancia" de las mejoras observadas, se apuntan como causas algunas propias del mercado laboral, como la estrechez del mismo, la mayor demanda de trabajadores masculinos o los roles de género más acentuados en regiones como la extremeña, y otras derivadas de "la escasa atracción que han tenido las políticas de fomento de empleo femenino desarrolladas sobre los empleadores".

EL CHEQUE Al examinar las medidas del IV Plan de Empleo de Extremadura (2000-2003) dirigidas con mayor intensidad a fomentar la contratación de mujeres, el CES destaca que sólo se logra el efecto deseado en lo referido al trabajo en los ayuntamientos, donde se crearon 132 empleos más para mujeres que para hombres. Sin embargo, en el apartado de empleo de calidad, es decir, contratación indefinida, la cifra de contratos masculinos triplica a los femeninos.

Con todo, el peor resultado lo cosecha el denominado cheque de inserción laboral o cheque-mujer , medida enfocada exclusivamente al empleo femenino mediante la concesión de 6.000 cheques de 6.000 euros canjeables por la contratación indefinida de mujeres.

En este caso, el CES no duda en hablar de "fracaso", que achaca a que no se "estableció el consenso previo entre los distintos agentes económicos y sociales para ponerlas en marcha". De hecho, de los 6.000 cheques ofrecidos sólo llegaron a cobrarse 368, el 6% del total.

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