La Planificación Familiar ha sido reconocida por numerosos organismos internacionales como un derecho fundamental de las personas y como atención básica de salud. Este concepto se basa en el derecho de individuos y parejas a regular su fertilidad.

Los objetivos de la salud sexual y reproductiva son asegurar el acceso a información amplia y a una gama completa de servicios de Salud Reproductiva, incluida la planificación familiar, que sean accesibles, asequibles y aceptables para todos. Estos servicios deben propiciar y apoyar decisiones responsables y voluntarias sobre la procreación. Conlleva el desarrollo de actividades para prevenir los embarazos no deseados y el aborto; y de otras como la educación sexual, asesoramiento y prevención de enfermedades.